La irrupción de Mario de Luis confirma que el Rayo Vallecano ha convertido su cantera en una fábrica de porteros de enorme proyección. Con solo 17 años, su carrera transcurre a una velocidad de vértigo. En unos meses ha pasado de jugar en Liga Nacional a ser convocado, en reiteradas ocasiones, por el primer equipo, además de haber debutado en Tercera división con el filial, ser uno de los cuatro guardametas con minutos en el División de Honor y estrenarse con la Selección Española Sub-18.
PREGUNTA. Antes de que el fútbol se parara en seco te dio tiempo de debutar con la Selección Española Sub-18. ¿Cómo recuerdas ese día?
RESPUESTA. Lo recuerdo con mucha emoción y satisfacción, pero no solo ese día si no toda la concentración. En ese momento se te viene a la cabeza en un pequeño cortometraje de todos los momentos buenos y no tan buenos que has pasado para poder estar ahí, con esa camiseta. Yo siempre soñaba cuando salían las convocatorias de mi edad, con poder entrar alguna vez en una, y a base de trabajo y constancia lo conseguí. Es lo más grande que he vivido hasta ahora y con muchas ganas de seguir trabajando para que el seleccionador pueda seguir contando conmigo.
P. ¿Las emociones se asemejan al día en que te convoca Paco Jémez para el partido de Liga contra el Extremadura?
R. Lo viví con muchas ganas, el poder entrar en una convocatoria con el primer equipo, convivir con ellos, la llegada al estadio y ver a todas esas personas alrededor del autobús. Sueñas desde niño con estar ahí, en estadios como el de Las Palmas o en Los Pajaritos. Siempre estaré agradeciendo al cuerpo técnico y al míster por hacerlo realidad.
P. Con todo lo que has vivido esta temporada, ¿podemos decir que está siendo un año inolvidable?
R. Sin duda, una temporada para enmarcar y que jamás se me olvidará. Debutar en Tercera división con el Rayo B, ir convocado varias veces con el primer equipo y que te llame la Selección Española es un año muy completo, pero creo que puedo dar más de mí y que este comparado con los que vienen se quede en un recuerdo bonito.
P. Con 17 años, ¿cómo has asimilado a nivel psicológico todo lo que ha vivido estos meses atrás?
R. Con mucha paciencia y cabeza, al final la posición de portero es muy delicada y tienes que estar preparado en cualquier momento. El convivir con gente más mayor que es profesional o está a un paso de serlo, jugar con gente de Tercera que te dobla edad y muchos otros factores. Recuerdo el partido del Alcorcón B contra Rayo B como uno de los más difíciles en ese aspecto, vuelves a jugar con el filial, el equipo se juega mucho, tienes que dar el nivel y por eso es vital que sepas controlar todas esas emociones para realizar un gran encuentro.
P. Y a nivel de estudios, ¿compaginas bien estudios y fútbol, o resulta complicado?
R. Es complicado. Al principio intenté compaginar las dos cosas, me iba a clase de 8 a 9, al terminar me recogía mi madre para ir a entrenar a la Ciudad Deportiva y luego volver al colegio para las dos últimas horas. Pero claro, los horarios del Juvenil y Rayo B son distintos e incluso a veces me quedaba a entrenar con los dos equipos, no tienes un horario fijo por así decirlo. A todo esto, se le suma que el primer equipo también me llama para ejercitarme yo/ para viajar con ellos, por lo que se me hacía imposible poder sacarme el bachiller presencialmente. Mi familia y yo decidimos cambiarnos a un centro donde poder realizarlo a distancia. Ahora, todo mucho mejor.
P. Arrancamos la tercera semana sin competición, ¿cómo llevas el confinamiento?
R. Lo mejor que puedo, es difícil hacerte a la idea de que no puedes ponerte los guantes y salir a entrenar cada día. Nuestros entrenadores nos mandan trabajo para realizar en casa y no perder la forma. Ojalá pase todo esto rápido y volvamos a hacer lo que más nos gusta, pero ahora, nos toca afrontar estos momentos duros. Desde aquí aprovecho para felicitar a todos los que nos ayudan cada día a parar este virus para que todo vuelva a la normalidad.
P. En las últimas temporadas, los porteros están de moda en el Rayo Vallecano. El último en ‘consagrarse’ con los mayores ha sido Miguel Ángel Morro. ¿Es un ejemplo o sirve de ejemplo para los que llegáis por detrás?
R. Tengo una relación muy buena con Miguel, siempre me ha apoyado tanto en el Rayo como cuando me convocaron con la Selección. Pero no solo él, también estoy muy agradecido a Alberto García y a Dimi. Los dos siempre se han portado bien conmigo, me han dado consejos, si algo lo hacía mal ellos intentan hacer todo lo posible para que yo lo mejore. De vez en cuando te dan guantes y les tengo un gran aprecio a los tres. Desde aquí le mando mucha fuerza a Alberto y espero que se recupere lo antes posible.
P. En División de Honor, el Rayo ha utilizado esta temporada cuatro porteros, incluyéndote a ti. Imagino que hay una competencia, necesaria, pero sana entre vosotros.
R. La verdad es que sí, tanto como en el Rayo B y Juvenil. Lo mejor de la competencia es que te hace dar lo mejor de ti, es importante no relajarte. Creo que nuestro entrenador Miguel Ángel Cobos ha creado un grupo muy bueno y nos hace mejorar en todos los aspectos.
P. ¿Qué mensaje le darías a otros canteranos sobre las posibilidades de recorrer un camino similar al tuyo?
R. Les doy un consejo que me dio el propio Alberto García una vez: «Escucha, trabaja y aprende». Y una frase que siempre me ha acompañado: «Que nadie te diga hasta dónde puedes llegar».
P. ¿Cómo llegas a colocarte bajo los palos?
R. Pues tengo una anécdota muy graciosa y a la vez bonita. Yo empecé a los 5 años jugando de delantero en el equipo de mi barrio, La Chimenea, pero los del equipo no me la pasaban. Vi un entrenamiento de los porteros más mayores, decidí que me quería cambiar y ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida.
P. ¿Cómo y cuándo se cruzó el Rayo Vallecano en tu camino?
R. El Real Madrid me ficha en benjamines y estoy 6 temporadas hasta que el club decide no renovarme. A los 10 minutos de recibir esa noticia, el Rayo por medio de Jorge Rubio y Ángel Dongil se pone en contacto conmigo. Firmé con el club y estoy muy contento por cómo me acogieron y todas las facilidades que me dieron.
P. Ahora cumples tu cuarta temporada en el club de Vallecas, ¿qué es lo que te ha dado a lo largo de todo este tiempo?
R. He crecido como jugador y como persona. El Rayo es un club que te transmite unos valores y un sentimiento de barrio como es Vallecas.
En lo futbolístico, el entrenar con el primer equipo y el filial siempre es un plus, esto te hace aprender y dar lo mejor de ti para el futuro.