El Patacona se despide de la División de Honor esta tarde midiéndose al UCAM Murcia, en un partido que bajará definitivamente el telón a la temporada 2020-2021 en el grupo 7. Los de Alberto Fito dicen adiós tras dos intensos años en los que les ha tocado vivir la cara y la cruz de una misma moneda.
El primero de ensueño. Para enmarcar. Tanto que el Patacona ha jugado un papel importante en la consecución del reciente título de liga conquistado por el Levante. Álvaro Guillén, Pablo García, Carlos Benítez, Rubén Murcia, Chus Díaz, Juanki Castelló, Arturo Giner y Carlos Giménez son la prueba. Los ocho estuvieron la pasada temporada en el equipo revelación del grupo 7 de División de Honor y el pasado domingo hicieron historia con el club granota. A excepción de Chus, que durante la pretemporada sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior, los siete restantes han sido parte esencial del mayor éxito del Juvenil A del Levante.
Con el descenso del Patacona a Liga Nacional, el Levante pierde al que ha sido su trampolín al primer equipo juvenil estas temporadas, aunque los futbolistas con mayor proyección seguirán en División de Honor un curso más. Casos como el del capitán Hugo Redón o el portero Iván Biarge, los dos jugadores con más minutos del equipo pataconense, tendrán el privilegio de defender el título de campeón, al igual que el recién convocado por la selección española sub-17, Jorge Cabello. No serán los únicos, pues no haber alcanzado el objetivo no resta méritos al enorme trabajo realizado por Alberto Fito. Alguien deberá recoger los frutos.
Cara y cruz
El Patacona se estrenó en División de Honor con una plantilla de muchos quilates. A pesar de su inexperiencia firmó unos números que le regalaron muchos calificativos, entre ellos, el de equipo revelación del grupo 7. Cuando la pandemia puso fin a la temporada 2019-2020, el Juvenil A tenía a su alcance la séptima plaza de la clasificación, es decir, la primera disponible tras las 6 potencias (Villarreal, Levante, Roda, Valencia, Atlético Madrileño y Elche).
El listón estaba muy alto en el arranque de la segunda temporada en la élite juvenil. El Patacona tuvo un inicio de liga muy exigente (Levante, Roda, Villarreal y Valencia) en las cinco primeras jornadas. Al término de la séptima sumaba siete puntos, había vencido a Torre Levante, Alboraya y empatado frente al Hércules. Los parones desde el mes de diciembre no le ayudaron, el vaivén de resultados fue constante y la incertidumbre enorme. Pero el equipo llegó a la Segunda Fase vivo. Cambió su campo en la Patacona por Buñol y surgió efecto, pero fuera, los resultados le condenaron.
Hoy (18:30 horas) vuelve a su ‘casa’ para comenzar su regreso a División de Honor.