Paco Mari llegó al Torre Levante para ponerse a prueba y tras tres intensas temporadas ha llegado el momento de cerrar una etapa. Asegura que se marcha como un entrenador mucho más completo y que no será su última etapa en División de Honor «saca lo mejor de mí».
PREGUNTA. En pretemporada, ¿pensaba Paco Mari esta temporada sería su última en División de Honor?
RESPUESTA. La verdad es que no sé lo que voy a hacer. Es una categoría que me gusta mucho. Después de 3 años con muchas dificultades, incluida la pandemia, en el Torre Levante llega el momento de cerrar un ciclo. Al club le comuniqué en enero que no iba a continuar, pero hasta que no conseguí el objetivo que teníamos marcado no hablé con nadie. A día de hoy tengo ofertas, pero todavía nada en firme.
P. ¿Qué le ha llevado a tomar esta decisión?
R. El motivo que me lleva a fichar por el Torre era probarme en una situación que no había vivido, además de que conocía a la gran parte de la plantilla. No valoré nada más. Una vez allí, acabé la temporada y empecé a hablar de proyecto, de asentar al club en División de Honor. Como en etapas anteriores en las que el Torre Levante contaba con jugadores que no pagaban, un piso de residencia… lo que lo diferenciaba de clubes de su mismo rango. Cuando renové la segunda temporada (2019-2020) todos esos detalles no se cumplieron. Sin embargo, la pandemia trastocó mis intenciones y ante la incertidumbre de cómo iba a ser este año decido continuar. A día de hoy y mirando el futuro, necesito nuevas motivaciones.
P. Te marchas, pero con el objetivo cumplido en un año muy exigente para todos.
R. Sí. Si valoras las tres temporadas estoy convencido de que con el paso del tiempo esta la valoraré mucho más que las otras.
La primera tenía la convicción de conocer a la plantilla y la categoría y lo que podíamos hacer, con una segunda vuelta en la que superamos todas las expectativas. El año pasado, teníamos un grupo de jugadores espectacular que al final la progresión fue muy buena, crecían día a día. Y en la recién finalizada, no sé si teníamos más talento que en el primer año, pero la situación del Covid-19 después de Navidad y otros componentes han hecho que la evolución no haya sido tan buena como los anteriores, pero estoy súper satisfecho.
En su mejor versión, es el que mejor ha jugado en los tres años. Este año hemos sido capaces de jugar contra el Valencia y que no nos chuten ni a puerta o ir a casa de un Villarreal líder, que no había cedido ni un punto, y llegar al descanso ganando 0 a 2… eso es muy difícil para un equipo como el Torre.
En el cómputo global de los 3 años no solo estoy satisfecho por haber logrado la permanencia sino por cómo lo hemos conseguido.
P. ¿Dónde ha estado la clave de este equipo?
R. Creo que mi personalidad como entrenador ha servido para tener esa convicción desde el inicio, incluso en momentos de duda nos hemos reforzado en lo que hacíamos bien. Siempre hemos tratado de recuperar esa mejor versión, de los jugadores en el plano individual como en colectivo. Eso nos ha hecho sacar los buenos resultados en la Segunda Fase y acabar consiguiendo el objetivo.
P. A pesar de todo ese trabajo y el talento del que hablabas, el equipo necesita llegar a la última jornada para salvarse. ¿Por qué?
R. Ha habido situaciones puntuales que nos han privado de sumar 8 puntos en la Primera Fase. Los perdemos en los últimos minutos, siendo muy superiores a los rivales y en nuestra casa. El Patacona aprovecha un mal despeje para empatarnos, habiendo fallado innumerables ocasiones para ganar sin problemas; frente al Alzira, dominado de principio a fin, pero en 2 minutos en el tramo final nos remontan el partido; y contra el Alboraya, con el 1 a 1 fallamos un penalti y a continuación, nos marcan el 1 a 2.
En la segunda vuelta, tuvimos varios parones, algún jugador con Covid… toda esa falta de continuidad nos ha afectado mucho. También tuvimos jugadores importantes con problemas físicos como Vivó o el delantero Gonzalo que estuvo gran parte desde marzo lesionado y reapareció en el último partido de la Segunda Fase.
Considero además que los equipos que estamos muy trabajados en automatismos si no tenemos esa continuidad de competición-entrenamiento nos afecta más en el rendimiento.
P. Aunque has apuntado algún dato en las respuestas anteriores, ¿cómo ha sido trabajar en una temporada marcada por la Covid-19?
R. Muy complicado. A la gran mayoría de entrenadores nos gusta transmitir y llegarle al jugador, pero eso al no haber vestuario o al no poder tener esa relación tan cercana (estaba hasta mal visto hacer un corro en el campo o quitarte la mascarilla en el banquillo) nos ha privado de muchas cosas. En casa no hemos tocado el vestuario ni tras los entrenos, ni después de un partido.
Los vestuarios traen muchos tipos de reacciones. Un jugador que se viene abajo y lo tienes que animar, celebraciones, discusiones… todo eso hace que las relaciones se vayan ajustando, se vaya generando ese equipo… fuera del vestuario no tienes todo eso. Suena a tópico, pero el vestuario es muy importante, no poder hacer charlas con documentación, en el proyector, pasar videos… todo eso lo hemos tenido que optimizar y es más difícil de controlar. Nos hemos tenido que reinventar.
P. El formato de competición también ha sido diferente, ¿os ha perjudicado el tener que jugar una liga de dos fases?
R. Creo que no. La Primera Fase nos ha servido de estímulo y nos venía bien jugar contra buenos equipos. Así se reafirma viendo los resultados y los enfrentamientos contra esos equipos. Lo que más nos ha afectado ha sido la falta de continuidad, el no poder trabajar el día a día, el evolucionar cosas, la mala organización como por ejemplo los parones surrealistas de la Segunda Fase. Es muy difícil tener a los chavales metidos en la exigencia de tener que salvar la categoría con tanta interrupción.
P. Lo que es innegable es que esta temporada ha sido tu mayor reto deportivo.
R. Sin duda. Ha sido la situación más complicada a todos los niveles que he podido vivir. A la hora de planificar no te has podido reunir con gente, en la confección de la plantilla, empezamos muy tarde a entrenar y hemos acabado muy tarde también, parones… son tantas cosas diferentes que evidentemente para mí sí ha sido el reto deportivo más complicado que ha habido.
Cierras una etapa de tres temporadas. ¿Qué balance haces de tu paso por el Torre Levante?
Muy positivo. Nunca me había encontrado en la situación de tener que pelear por la permanencia durante tres temporadas y más aún con los recursos que tenía. Me ha hecho mucho mejor entrenador, más completo. Cuando estás en dificultad, las relaciones con los jugadores, con los clubes, la presión, la tensión, los resultados… eso es diferente a estar en Academias en las que luchas por estar arriba. Me deja un poso como entrenador espectacular.
P. No hay dos sin tres. ¿Habrá una tercera etapa en División de Honor?
R. Estoy convencido que sí, es una categoría que me gusta mucho, me encuentro muy cómodo, saca lo mejor de mí como entrenador. Para nada es una etapa cerrada.