El Castellón regresó a la senda de la victoria frente al Villarreal B con un equipo repleto de caras nuevas. Éric Fornos, central que procede de la Escola del Ebre de Preferente Juvenil catalana, y los ex albinegros Diego Radiu, que se encontraba en el UCAM Murcia, y David Isierte, en el RCD Mallorca.
Isierte es ese jugador con carácter, ambición y una mentalidad ganadora que necesitaba el CD Castellón a estas alturas de temporada. Tras el descenso de categoría de los albinegros el curso pasado, fueron muchos los jugadores que hicieron las maletas, entre ellos el joven lateral izquierdo que encontró acomodo en el RCD Mallorca.
En el equipo bermellón, que a día de hoy pelea por clasificarse para la Copa del Rey, la situación personal no estaba siendo la deseada, por lo que Isierte comenzó a buscar una salida a finales de año, aprovechando el parón navideño. “No estaban saliendo las cosas como deseaba y no contaba con minutos, entonces me era difícil estar en esa situación y además estando lejos de casa. Tomamos la decisión de buscar alternativas y salió la del Castellón que me acogió con los brazos abiertos”.
De ese modo y tras cuatro meses de sinsabores regresa con la intención de “sumar minutos en mis piernas, trabajar todo lo posible para el equipo y de ayudar en todo lo posible para conseguir el objetivo, y con todo esto, de poder formarme para tener un futuro en el mundo del fútbol. Vengo a competir en una categoría menos, pero no hay tanta diferencia, ya que se opta por subir a División de Honor, entonces el nivel no puede ser tan diferente”.
Su reestreno con el Castellón no pudo ser más positivo, ya que el equipo volvió a ganar después de tres meses de empates y derrotas. “Es el retorno soñado. Volver a jugar, además contra un rival como el Villarreal, y tras 11 jornadas sin ganar conseguir la victoria, creo que fue el partido perfecto, además que considero que nos merecimos ganar por el trabajo que hizo el equipo durante todo el encuentro”.
«Las cosas no se estaban haciendo tan mal como para llevar tres meses sin ganar»
Ahora el vestuario está un poco más radiante que cuando entró por primera vez en 2018. “Cuando llegue no me encontré al vestuario hundido ni mucho menos. Los resultados no se estaban dando, pero las cosas no se estaban haciendo tan mal como para que llevaran tres meses sin ganar. Era cuestión de seguir trabajando y al final obtendríamos la recompensa… y que mejor recompensa que ganar en el derbi. Si peleamos juntos, estoy convencido de que conseguiremos el objetivo”.
Foto de portada: Juan Francisco Roca.