Víctor Ros se estrenó con un doblete con su nuevo equipo, el Escuelas San José, al que llegó la pasada semana dejando atrás cinco temporadas en el CF Torre Levante. El delantero que anotaba contra el Club La Vall sus primeros goles de la temporada se ha marcado un reto personal: lograr su segundo ascenso consecutivo a División de Honor.
La pasada temporada fue un jugador fundamental en el regreso a la élite del CF Torre Levante, pero en División de Honor no ha tenido protagonismo pese a ser uno de los más veteranos de la plantilla. Tras 22 jornadas disputadas, con pocos minutos en el casillero personal y sin aportación en forma de goles, optó por hacer las maletas cuando tuvo la oportunidad.
La llamada de Paco Mari del Escuelas San José fue clave para que el delantero cambiara Orriols por Beniferri. Solo necesitó dos entrenamientos para ganarse la confianza del técnico valenciano que le dio la titularidad en el partido frente al Club La Vall. Ros devolvió esa confianza con dos goles, los que servían para abrir el marcador, los que indicaban que Víctor no había perdido su olfato goleador.
Víctor Ros es un jugador atípico. De esos que pretenden brillar sin ser el foco de atención, por su reestreno en Liga Nacional era imposible pasar desapercibido. “Las sensaciones tras el primer partido han sido muy buenas. Necesitaba jugar y volver a marcar goles, sentirme importante. He empezado bien pero sé que puedo dar más, voy a ayudar al máximo a este gran club para que pueda lograr el ascenso a División de Honor el año de su debut en Liga Nacional. Sería algo histórico” sentencia el futbolista.