El Val Miñor lidera, junto al Sporting de Gijón, el Grupo 1 de División de Honor. Un liderato en el que, por primera vez en sus cuatro participaciones en División de Honor, resiste desde la primera jornada. Su próximo objetivo es comandar la clasificación en solitario, para ello no pueden fallar este fin de semana ante el Bansander.
Los jugadores del Juvenil A del Val Miñor no quieren despertarse del sueño que están viviendo. Tras las dos primeras jornadas de liga en el Grupo 1 de División de Honor mantienen un pulso por el liderato con el Sporting de Gijón, uno de los equipos que la temporada pasada disputó la Copa de SM El Rey y que este año aspira a conseguir el título liguero. Suceda lo que suceda este fin de semana, lo conseguido por los chicos de Álex Villar ya es histórico.
En sus tres anteriores temporadas en División de Honor, el Val Miñor de Nigrán solo fue líder una vez, tras la primera jornada de la temporada 2015-2016 cuando goleó 2 a 6 al Bansander (curiosamente el rival al que se miden este domingo), ahora suman dos semanas al frente de la tabla, pero la plantilla está convencida de que habrá una tercera. “El Bansander es un buen equipo, ya nos costó mucho sacar un punto en su casa el año pasado. Además es un rival de nuestra liga, de ahí la importancia de lograr un buen resultado, es más debemos sacar puntos ahora porque la segunda parte del calendario será muy complicado. Estoy seguro de que el equipo va a darlo todo para ganar esta jornada y en las venideras. Seremos un rival difícil en todos los campos” asevera Alberto Trapero, el capitán del equipo.
Que el Val Miñor atraviesa por un buen momento es innegable, pero eso no desvía a la plantilla de su único objetivo. “Nuestro objetivo sigue siendo el mismo. Tenemos que llegar cuanto antes a esos 33/34 puntos que nos aporten tranquilidad, la permanencia por cuarta temporada consecutiva, y a partir de ahí lo que venga bienvenido sea. Lo cierto es que haber logrado los seis puntos es una satisfacción y nos viene muy bien porque aportan confianza al grupo”.
Un grupo incipiente, en el que el grueso son jugadores de primero y segundo año, pero con nueve piezas que aportan el punto exacto de veteranía, que pretende seguir transmitiendo la misma buena sintonía durante toda la temporada. “Creo que la clave de nuestro buen inicio liguero y lo que nos llevará a conseguir lo que nos deseemos es la unión que hay en el vestuario. Hay muy buen rollo y vamos todos a una. La pretemporada y que los resultados ante los rivales de nuestra liga no fueran los mejores, nos ayudó a unirnos más y a adaptarnos al nivel de la competición. Puede que por eso hayamos empezado así de bien la liga” explica Alberto, que no solo porta el brazalete de capitán sino que es uno de los más veteranos de una de las mejores escuelas gallegas de fútbol base.
Alberto, aunque jugaba habitualmente en el Juvenil B, formó parte de aquella plantilla que lideró en la 2015-2016 el Grupo 1 y que finalizaría la competición en décima posición, cinco puestos más abajo que el año del estreno del Val Miñor en División de Honor, un curso atrás, habían acabado quintos. El pasado mes de abril finalizaron séptimos; por el momento y si mantiene el ritmo, lo superarán con creces. Ese es el deseo de Raúl, Varela; Marcos Justo, Brais, Jovan Bajcetic, Trapero, Alberto, Ares, Héctor; Marquitos, Somoza, Javi, Ezpeleta, Manu, Diego Acuña; Andrés, Xoel, Javi Acuña, Adri Campos, Jano y Álvaro.