Rubén Braco, técnico del CF La Nucía, se deshace en elogios cuando habla de los jugadores que han conseguido una de las gestas de la temporada en el fútbol juvenil. “Hace un año estábamos en Preferente Juvenil, porque hasta el mes de septiembre no nos dan la noticia de que subimos a Liga Nacional. La próxima temporada estaremos en la máxima categoría del fútbol juvenil. Es algo difícil de asimilar, pero debemos hacerlo para comenzar a trabajar o nos cogerá el toro”. Y eso, asegura es gracias a una plantilla que representa valores como “trabajo, solidaridad, esfuerzo, compañerismo, e incluso el saber sufrir…”.
La Nucía no aparecía en las quinielas para lograr el ascenso cuando empezó la liga en el mes de octubre, y su hazaña cobra más valor viendo el resultado de la temporada de los otros tres equipos que corrieron su misma suerte en septiembre de 2020. Dragon Force, Paterna y Tavernes Blanques han regresado a Preferente Juvenil. “El secreto ha sido el trabajo diario y que la plantilla ha creído desde el primer día en el mensaje que le ha transmitido el cuerpo técnico” asegura un Rubén Braco que apenas realizó modificaciones a raíz del cambio de categoría. “Variamos el nivel de exigencia acorde a la Liga Nacional y nos da tiempo a realizar tres incorporaciones que han resultado determinantes como son: Jaume Galiana, Fernando Catalín y Pau Campayo”.
El equipo llegaba a la última jornada dependiendo de sí mismo, pero tras una Segunda Fase convulsa en cuanto a resultados. “Sabíamos de la capacidad de sacrificio de la plantilla y cuerpo técnico y sabíamos que íbamos a estar ahí hasta el final. Los resultados creo que no reflejan las actuaciones del equipo, ya que el único partido que merecemos perder es contra el Alcoyano. Ahora bien, a pesar de empatar contra Vilamarxant y caer frente al Valencia B las sensaciones fueron muy positivas. En el primero jugando con 10 desde el minuto 9 y en la segunda, ante el campeón, finalizó con palabras de elogio por parte del técnico valencianista” analiza Rubén.
El ascenso se consumó contra el Roda, pero no sin sufrimiento. “El partido fue exigente y llegamos con las fuerzas muy justas. Sacamos fuerzas de donde no había para conseguir el objetivo y creo que el factor psicológico nos ayudó a llegar al final del partido con los deberes hechos. Sin embargo, tuvimos que esperar a que finalizara el choque del Racing d’Algemesí. Fueron los minutos más largos de mi vida” recuerda el joven técnico que podría vivir su segunda etapa en División de Honor, si finalmente continúa al frente de La Nucía.
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“Este ascenso es de mucha gente” reconoce. “En el plano personal, de mi familia y amigos, son el motor de mi día a día y si no estuvieran ellos no habría sido posible; pero esta gesta es de mis jugadores. Son honor, orgullo… todas las palabras se quedan cortas. De mi cuerpo técnico Juanra y Edu, hemos ido a todos los campos, sufrimos, pero lo conseguimos. De todas las personas que forman el organigrama del club e incluso del enorme nivel de técnicos a nivel autonómico: Granero del Racing, Jose Luis de Alzira, Carlos Lluna del Paterna… ellos contribuyen a que el nivel de jugadores suba y por consiguiente también el de la categoría”.
Ahora la División de Honor es una realidad, pero no fue hasta hace unos meses cuando se dejó de ver como una ilusión. “Para nosotros la utopía pensábamos que era la primera vuelta que habíamos hecho en la Primera Fase. Cuando vemos los puntos que realizamos y vamos avanzando, partido a partido, y llevamos cifras similares en la segunda vuelta entonces comenzamos a decir que es real, que lo tenemos ahí. Si bien, el mensaje que trasladamos al equipo es de ser competitivos cada fin de semana, uno tras otro y ya está. Nos teníamos que olvidar el final porque entonces estamos perdiendo el próximo partido. Al final, lo conseguimos”.