El Club Deportivo La Oliva acaba de completar 50 partidos en División de Honor, la categoría que el coeficiente, los puntos y la justicia demoraron un año. El equipo majorero festejó sus bodas de oro con un valioso triunfo ante el Ibarra.
El 6 de junio de 2021 empezaba a escribirse la página más gloriosa de la historia del Club Deportivo La Oliva. Tres jornadas antes de la finalización del campeonato, el Juvenil A logró la gesta, el ascenso a División de Honor que tanto se le había resistido, y desde entonces son casi dos los años que lleva luchando por mantenerse en la máxima categoría del fútbol formativo.
La Oliva solventó con una trabajada victoria frente al Juventud Laguna su histórico debut en División de Honor. Ganó, no sin sufrimiento, por 0 a 2 y sumó los tres primeros puntos de los 50 con los que acabaría su primera temporada en División de Honor.
En su primera travesía por la élite juvenil, los rojillos festejaron 14 victorias, 8 empates y en 12 ocasiones no sumaron ningún punto. Pese a debutar el año más exigente y extremo de la historia, en el que se produjeron hasta seis descensos, salvaron la categoría con solvencia y semanas de antelación.
Desde que debutó en partido oficial con el Juventud Laguna, hasta esta última jornada contra la Unión Deportiva Ibarra, han pasado ya 50 partidos de La Oliva midiéndose a los mejores equipos del Archipiélago.
El pasado sábado, coincidiendo con el inicio de la segunda vuelta, conseguía una victoria clave en su lucha por la permanencia ante el colista del grupo 6, el Ibarra. Los majoreros se impusieron por 3 a 1, con goles de Joan Muncharaz, Daniel Rosales y Eloy Garijo, aunque al descanso se llegaba 1 a 1, después de que Godswill Isoe neutralizara el tanto inicial.
Este triunfo, el tercero en lo que llevamos de temporada, permite a La Oliva seguir fuera de los puestos de descenso. El equipo majorero mide su gran estado de forma este sábado con el SD San José, quien le aventaja en cuatro puntos pese a no ganar desde el pasado mes de noviembre.