Lucas Davis contaba los días para volver a los terrenos de juegos, después de romperse por dos veces el ligamento cruzado de su rodilla izquierda en los dos últimos años. Sin embargo, el próximo 21 de diciembre, el jugador del Juvenil A del Alzira volverá a entrar a un quirófano, esta vez para reconstruir su rodilla ‘sana’, la derecha. Un golpe muy duro para el ex de Torre Levante, Don Bosco y Quart que afronta esta tercera lesión “más preparado mentalmente que en las veces anteriores”.
PREGUNTA. ¿Cómo se produce esta tercera lesión de LCA?
RESPUESTA. Durante un entrenamiento, un compañero va al suelo con la intención de recuperar un balón, le piso con el pie izquierdo, desequilibrándome, y tratando de equilibrarme en la caída con la pierna derecha, apoyo mal y me tuerzo la rodilla hacia dentro.
P. ¿Cómo y cuándo fueron las anteriores?
R. La primera fue hace dos años durante un entrenamiento. Controlé un balón, arranqué, y en un cambio de dirección, se me quedaron los tacos clavados en el césped y me torcí la rodilla izquierda. La segunda, en la pretemporada del año pasado, tras 7 meses de rehabilitación, hacia el final del entrenamiento fui a un salto con el portero, no es que cayera mal, pero al aterrizar, algo se me resintió en la rodilla, la izquierda otra vez, y se me soltó la plastia.
P. En el momento en que caes al suelo en esa acción del entrenamiento, ¿confiabas en que fuera otra lesión o intuías que iba a ser, otra vez, el ligamento cruzado anterior?
R. Cuando me la hice pensé que únicamente había sido una torcedura o un esguince, ya que en cuanto se me torció la rodilla volvió al sitio. Además, me dolía menos que las veces anteriores. Sin embargo, ya había pasado por dos operaciones de rodilla, y aunque traté de ser positivo, siempre queda esa parte de ti que se espera lo peor.
P. ¿Cómo fue el momento en el que te comunican los resultados?
R. Supone un golpe muy duro. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, sobre todo negativas. Me preguntaba muchas cosas, ¿por qué a mí?, ¿por qué siempre lo mismo? Antes de lesionarme la primera vez nunca me había lesionado de nada, y a día de hoy, las únicas lesiones que he tenido son las de LCA, así que buscaba una explicación.
P. ¿Con qué actitud afrontas esta tercera rotura?
R. Estoy preparado para operarme y comenzar ya la rehabilitación. La experiencia ayuda mucho, y por ello estoy más preparado mentalmente que en las veces anteriores, y eso es lo más importante, la preparación mental, porque durante el proceso de rehabilitación y readaptación hay momentos complicados.
P. En la primera fue todo nuevo, en la segunda ya sabías cómo iba el proceso, ¿introdujiste algún cambio en ella o la rehabilitación fue idéntica?
R. La primera vez me vino de nuevas y realicé una rehabilitación estándar, la que cualquiera llevaría. Sin embargo, la segunda, busqué ayuda de fisioterapeutas y readaptadores experimentados y especialistas en la rehabilitación y readaptación de futbolistas con lesiones de LCA, y la verdad, fue más dura y exigente, pero noté mucho la diferencia, estaba infinitamente más preparado una vez terminé el proceso.
«Deportistas como Canales, Thiago, Asenjo, Derrick Rose… me demostraron que con la lesión no acaba todo y que puedes volver a disfrutar y competir después de ella».
P. Además de la rehabilitación física, ¿la mental, para no venirte abajo en el proceso, también se ejercita?
R. La mental es lo más importante, y hay que tratar de ejercitarla todo lo que puedas. Porque en el tiempo que dura el proceso de rehabilitación hay muchísimos momentos difíciles en los que te puedes venir abajo, y esa fuerza mental es la que te ayuda a levantarte y continuar trabajando cada día, sin perder de vista el objetivo. Buscar historias similares a la mía, ya fuera en forma de vídeos o textos, me ayudó mucho, deportistas como Canales, Thiago, Asenjo, Derrick Rose… me demostraron que con la lesión no acaba todo y que puedes volver a disfrutar y competir después de ella.
P. ¿Cómo estaba siendo tu temporada hasta el momento?
R. Estaba comenzando a sentirme jugador de fútbol de nuevo. Una pequeña lesión en los isquios, causada por la inactividad en los terrenos de juego, me tuvo tres semanas trabajando al margen del grupo en pretemporada, pero ya me había recuperado y llevaba alrededor de un mes continuado con el equipo.
Siempre soy muy exigente conmigo mismo y sabía que podía dar más, veía como mejoraba e iba recuperando mi nivel, tanto técnico como físico, y estaba a punto de volver a competir y a pasarlo bien junto a mis compañeros en liga. Pero tuve mala suerte.
Estoy tranquilo, al final hice todo el trabajo posible y cualquier persona de las que estuvieron presentes en el proceso de recuperación te dirán que trabajé como el que más y que estaba más que listo para volver a jugar, sin embargo, hay cosas que uno no puede controlar.
FOTO: Lucas Davis, con gorra en el centro de la imagen, junto a sus compañeros del Juvenil A de la UD Alzira.