El Torre Levante va camino de hacer historia. Por el momento, con el triunfo del pasado domingo ante el Levante, los chicos de Víctor Felipe han firmado su mejor arranque liguero en División de Honor, superando las cifras de la temporada 2008-2009 y 2014-2015, en ambas se lograron nueve puntos en las primeras cinco jornadas. La presente generación suma once puntos y todavía no conoce la derrota. Con esas buenas sensaciones y tras haber sorprendido ya a Valencia y Levante, este fin de semana mide sus fuerzas con el Villarreal, un equipo al que su técnico está convencido que ganan en “ilusión”.
¿Es el primer sorprendido por el sensacional inicio de temporada?
Sí y no. Sorprendido porque es una categoría muy jodida, pero veo entrenar a los chavales todos los días y esto no es flor de un día. Es mucho trabajo detrás y muchas ganas, y que están haciendo las cosas muy bien. Así que sorprendido por estar tan arriba sí, pero sorprendido por lo bien que está el equipo, no.
¿Cuál es la clave de este buen arranque?
Hemos tenido una pretemporada con muchos partidos. Jugamos demasiados y hubo una parte en la que las cosas no salieron muy bien, teníamos muchos jugadores y nos agobiamos un poco. Pero en el momento en que nos hemos quedado con la plantilla actual, pudimos trabajar bien y los resultados han llegado. Creo que tenemos un grupo humano, aunque suene a tópico, fenomenal. Se llevan genial, son chavales muy educados y respetuosos, son esponjas y absorben todo lo que les decimos, así que creo que el éxito como en cualquier deporte de equipo reside en eso. Ser más equipo que nadie, y de momento estamos siendo un equipo en mayúsculas.
“Cada semana la afrontamos como un nuevo reto, una nueva final, como un partido único e irrepetible”.
¿Qué debe mejorar, a día de hoy, el Torre Levante para seguir en la parte alta de la tabla?
Hay una frase muy conocida para responderte a eso. «Hay veces que hay cambiar cosas para que nada cambie». Nosotros cada semana cambiamos pequeños matices, tocamos la motivación del jugador por un lado y por otro, para intentar seguir en la misma línea que estamos ahora. Si preparamos todas las semanas igual de planas creo que los resultados no hubieran sido posibles. Cada semana la afrontamos como un nuevo reto, una nueva final, como un partido único e irrepetible.
¿Cuál es el mensaje que le transmite al vestuario tras cinco jornadas disputadas y habiendo superado ya el récord de puntos de temporadas anteriores?
Que todos estos puntos nos van a venir muy bien para salvarnos, para conseguir nuestro objetivo que es la salvación. Si tenemos la suerte y todo sale bien y podemos salvarnos holgadamente pues será mucho mejor, y a nadie le amarga un dulce. Si podemos quedar el nueve, no vamos a quedar el doce, y si podemos acabar el siete, pues no vamos a acabar el nueve. Estamos peleando a tope para acabar lo más arriba posible.
Entiendo por sus palabras que la situación actual no cambia el objetivo.
El primer objetivo es ganarle al Villarreal y una vez tengamos eso… el objetivo global es la permanencia, pero si nos marcamos objetivos a plazos largos como que agobia un poco, es mejor ir partido a partido porque además nos está yendo bien.
¿A qué cree que es debido que entre los primeros clasificados del grupo estén equipos como Torre Levante, Real Murcia o Ranero CF?
Creo mucho en un factor diferencial que es la ilusión. Hablo por mi equipo. Para el Valencia el día que se enfrentan al Torre Levante es un día más en la oficina, pero para nosotros es el día; de igual modo el pasado domingo en Buñol. La ilusión mueve montañas y en eso no nos está ganando nadie. Creo que es nuestro factor diferencial, tanto de jugadores como de cuerpo técnico que estamos viviendo con ilusión este año tan bonito.
Un año muy motivo en el plano personal, puesto que se estrena en División de Honor. ¿Cómo se está viendo? ¿Ha cambiado algo?
Ha cambiado en que en esta categoría cualquier detalle decide un partido. En Liga Nacional teníamos equipo para quedar arriba como así fue, y cualquier pequeño detalle como no convertir una ocasión o que nos marcaran un gol se podía revertir a lo largo del partido. En División de Honor no tienes margen de error. Cualquier jugada, para bien o para mal, puede decantar un encuentro. Lo que sí te digo es que era una categoría que tenía muchas ganas de vivirla y que estoy disfrutándola muchísimo.