Tal día como hoy, pero de hace un año, se esfumaba el sueño de disputar la final de la Copa de Campeones para el CD Tenerife. Un penalti, anotado por el canario Giovanni Navarro, le daba el pase al Atlético de Madrid, que a la postre acabaría proclamándose campeón de España. El fútbol concede segundas oportunidades y en unos días, el CD Tenerife volverá a disputar ese torneo con el objetivo de hacer historia.
“Los logros del año pasado son muy difíciles de repetir” aseveraba el entrenador Cristo Marrero en plena pretemporada. Y el Tenerife no los ha repetido, sino que los ha mejorado. Una década después ha ganado la Liga, o lo que es lo mismo, ha acabado con la hegemonía de la UD Las Palmas. “Aunque empezamos con un par de fallos en las primeras jornadas (una derrota y un empate), sabíamos del potencial que tenemos. Supimos seguir adelante, con confianza y humildad, para revertirlo, y desde entonces hemos mejorado mucho como equipo”.
Una plantilla que este verano se renovó casi por completo con respecto a aquella que acabó el curso pasado en segunda posición en el grupo 6 y llegó a las semifinales de la Copa de Campeones. La base del equipo es la del Juvenil B del año anterior, junto a algunas incorporaciones y seis jugadores que quieren quitarse la espinita que se les quedó clavada en Puertollano (Víctor Méndez, David Rodríguez, Aythami Reyes, Aythami García, Thierno Issiaga y Martín Jiménez, que este año volverá a hacer fuerza desde casa por culpa de una lesión).
El CD Tenerife llega con un objetivo muy marcado al duelo inaugural frente al anfitrión, el RC Celta (lunes 6 de mayo, 10 horas). “Afrontamos la Copa de Campeones con toda la humildad del mundo, somos conscientes de que nos la jugamos en 90 minutos frente a un equipo que ha pulverizado todos sus registros anteriores. Llegamos a Vigo con la intención de competir y si somos capaces de pasar a semifinales todavía mejor” confiesa Cristo Marrero, que ha conseguido en dos años llevar al ‘Tete’ a lo más alto. “No hay secretos. Seguimos la misma línea de trabajo, con mi grupo de personas: Samantha, Oliver… y, por otra parte, competimos cada partido como si no hubiera otro”.
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