La sección de fútbol del Estadio Miralbueno El Olivar inició el pasado 1 de agosto uno de sus proyectos más ilusionantes de los últimos años. La nueva campaña 2017-2018 será un curso marcado por la ilusión, en el que el cuadro aragonés se reencontrará once temporadas después con la División de Honor juvenil. La máxima categoría nacional, que cada año reúne a las futuras y jóvenes promesas del fútbol formativo, en la que este año El Olivar, sustituyendo al Santo Domingo Juventud, acompaña a un Real Zaragoza mucho más acostumbrado a competir en la élite juvenil.
El técnico Rafael Gracia vuelve a ser el encargado de dirigir el bloque de El Olivar desde el banquillo. En su quinta temporada, Gracia tratará de asentar a su equipo en la máxima división, después de estrenarse hace cuatro años con el equipo en Preferente (dos divisiones menos). «Tanto la gente de casa como los nuevos que han venido están repletos de hambre, ganas e ilusión. Esta categoría es la antesala del fútbol profesional y solo podemos afrontarlo con garantías para sacar nuestro objetivo adelante. Lo más importante es disfrutar de esta experiencia», asegura el preparador, que cuenta con un bloque prácticamente nuevo respecto al que consiguió el ansiado ascenso el curso pasado.
Solo continúan siete fútbolistas del bloque que logró el ascenso
De hecho, tan solo siete futbolistas (Montaner, Suárez, Piqueras, Romeo, Rúa, Briz y París) continúan en la disciplina blanquiverde. Junto a ellos, un total de 14 refuerzos (Parra, Becerril, Sofi, Algaba, Espinosa, Rubio, Sánchez, Alastuey, Cardiel, Gainzaraín, Sánchez, Jiménez, Lafuente y Benedet) pasearán el nombre de El Olivar por el grupo 3, integrado por equipos catalanes, baleares además de los dos aragoneses. «Tenemos la plantilla lista para empezar, pero abierta para alguna incorporación más. Vamos a ir paso a paso, intentando conseguir la salvación lo antes posible», explica el entrenador, que vaticina el objetivo de la permanencia en torno a los 31 puntos. «Si los conseguimos la última jornada, bien, pero si lo logramos cinco partidos antes, mejor», advierte.
Dominar las dos áreas y un cuidado manejo del balón son las dos consignas innegociables en la hoja de ruta de Rafael Gracia. «Vamos a intentar seguir manteniendo nuestra seña de identidad. La temporada pasada fuimos el segundo equipo más goleador y el menos goleado, por lo que trataremos de ser un equipo seguro atrás y efectivo en ataque», concluye el preparador.
Un regreso esperado
El Olivar volverá a contar con su primer equipo de fútbol en División de Honor once temporadas después. La 2006-2007 fue la última vez que el cuadro zaragozano se codeó con los mejores equipos del país. Y lo hizo sobre un campo (entonces) de tierra por el que pasaron, entre otros, Bojan Krkic o un Sergio Busquets que pocos años después se coronaría campeón del Mundo con la selección española.
Ahora, a menos de un mes de que se inicie la nueva competición, los zaragozanos trabajan a contrarreloj para que, como ocurriera entonces, la experiencia no sea de unos pocos meses. «Estamos ante una situación muy ilusionante, ojalá sea un año maravilloso para todos. No solo para la primera plantilla, sino para todo el club. Lo que está claro es que si únicamente pensamos en mantener la categoría estaríamos abocados al descenso. Tenemos que poner las vistas en meternos en la mitad de la tabla para no sufrir y poder, de esa forma, tener continuidad en la categoría», sugiere Paco Rúa, director técnico de la sección. Él volverá a ser el encargado de dirigir un área que este año contará con alrededor de 600 futbolistas distribuidos en unos 40 conjuntos, tres de ellos femeninos.
El equipo referente ha sido el primero en ponerse a trabajar. Por delante, 30 jornadas en las que, a base de trabajo, esfuerzo, sacrificio, pero sobre todo ilusión, El Olivar tratará de consolidarse como una referencia futbolística en Aragón.
Texto: Javier Oliván Lázaro. Heraldo.