En los tiempos que corren no es difícil que un jugador menor de edad debute en La Liga como tampoco lo es que un cadete se estrene en la élite del fútbol juvenil. La última aparición ha sido la de Miguel de Lope en el CD Ebro, que además se convertía en el jugador más joven del club en debutar en División de Honor.
Miguel nació en Zaragoza y su afición por el fútbol le hizo ingresar con apenas 7 años en la Escuela del CD Ebro. Ocho años después, y tras haber defendido los colores blanco y azul en todas las categorías, llegaba uno de los momentos cumbre en su trayectoria: el estreno en la categoría reina del fútbol juvenil.
El talento se premia y a Miguel le llegó la oportunidad contra el San Francisco, con el partido ya arreglado (3-0) disfrutó de sus primeros minutos con el Juvenil A, convirtiéndose con 15 años en el jugador más joven en debutar en División de Honor con el conjunto de La Almozara.
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Se desenvuelve en la posición de mediocentro defensivo, aunque también puede actuar como central. Su carácter, fuerza, atrevimiento en las disputas y buen manejo de balón forman parte de su carta de presentación. Miguel además forma parte de una de las generaciones más prolíficas de la cantera arlequinada. El Cadete División de Honor lleva muchos años con el mismo bloque de jugadores, con el mismo entrenador. En un corto periodo de tiempo, podrían seguir los pasos de Miguel de Lope: Marcos del Río o Bruno Cayenne.
Pero no son los únicos, hay más jugadores ‘made in Ebro’ con opciones de dar el salto a División de Honor. Algunos de los más destacados serían Pablo Agustín, un cadete de primer año, Víctor Sanz del Juvenil Preferente o el portero del Liga Nacional Víctor Esteban.