Viaje en balde del Getxo hasta Logroño para estrenar la temporada 2021-2022. El club vizcaíno no se realizó los recomendados (que no obligatorios) test de antígenos y el árbitro decidió suspender el partido.
El protocolo de actuación para la vuelta de competiciones oficiales de ámbito estatal y carácter no profesional de la RFEF recomienda (en su circular número 13, punto 8) que en todas las competiciones, organizadas por la misma y, en su caso, por las Federaciones Territoriales respectivas al iniciar los entrenamientos pretemporada o en su defecto, 72 horas antes del inicio de las competiciones, los clubes realicen una prueba específica COVID 19 y señala que no se podrá iniciar el partido si el árbitro no tiene constancia de al menos los siguientes puntos:
- Que se ha tomado la temperatura a todos los miembros de los equipos que están o pueden estar en el terreno de juego.
- Que el club ha cumplimentado las obligaciones comunicativas previstas en este protocolo antes del inicio del partido y ha rellenado la declaración responsable.
- Que todos y cada uno de los jugadores que deben figurar en el acta han cumplimentado la declaración responsable antes del inicio del encuentro.
A pesar de que los test no eran obligados, el Getxo es uno de los clubes que solicitó las ayudas de la Real Federación Española de Fútbol para obtener de manera gratuita los test de antígenos con los que garantizar y reforzar el cumplimiento del protocolo sanitario. Estos no llegan en las fechas previas al inicio de la competición y el club realiza las gestiones oportunas con la Federación Vasca de Fútbol para anticiparse a posibles conflictos.
Jugadores y cuerpo técnico completan con los puntos de obligado cumplimiento (mencionados más arriba), pero en los minutos previos al calentamiento, cuando el árbitro constata que el Getxo no ha pasado el test de antígenos y tras varias llamadas al Comité de Árbitros y posteriormente a los Servicios Médicos de la RFEF decide suspender el partido.
Recurso ante la RFEF
El Getxo ha presentado un recurso ante la Federación Española en la que solicita que se celebre el encuentro en otra fecha por haberse suspendido indebidamente, ya que del Protocolo de la RFEF no se desprende que se deba pasar obligatoriamente los test de antígenos, además de una compensación económica para realizar, nuevamente, el desplazamiento hasta Logroño.