Adrián Granado era uno de los centrales con mayor proyección del fútbol español. Hace casi dos años, su corazón le obligó a renunciar a su carrera como jugador. Ahora, su sueño es hacerla en el banquillo. De su exitoso estreno como entrenador, de su ‘nueva’ ilusión, así como del golpe más duro de su vida habla, por primera vez, en Fútbol Juvenil.
PREGUNTA. Doblete la temporada de tu estreno en los banquillos, además del gran papel realizado en numerosos torneos con el Alevín A del Atlético de Madrid. ¿Qué balance haces?
RESPUESTA. El balance de la temporada es muy positivo. El equipo ha competido muy bien, ha creído en la idea que teníamos el cuerpo técnico y la han ejecutado de una manera brutal. Ha sido un año de mucho trabajo y esfuerzo, lleno de ilusiones y emociones, con momentos inolvidables. Estamos muy contentos de ver cómo entrenan y cómo se esfuerzan al máximo, comprobar cómo han progresado día tras día y cómo no, disfrutar como un enano viéndoles jugar. La satisfacción no es tanto por todo lo que han conseguido sino por el modo en el que lo han hecho.
Ha sido un orgullo ver que el trabajo paga: Campeón de Liga y Campeón de División de Honor de Madrid, entre otros muchos torneos ganados, y en los no ganados una lección para corregir y aprender para el futuro. Además, de la felicidad de ver cómo jugadores tuyos suben de categoría durante la temporada por el buen nivel que estaban dando, el regalo de ver cómo 4 jugadores son representados por la Comunidad de Madrid para el Campeonato de Selecciones Autonómicas y 6 jugadores son elegidos para jugar La Promises Internacional, de la cuál son campeones. Todo ello, sin el trabajo de todo el EQUIPO sería impensable. Hemos sido unos auténticos privilegiados de poder entrenarles; que sigan creciendo como persona y como futbolista y, ojalá en un futuro verles a todos en el fútbol profesional.
P. En esta primera toma de contacto has ejercido como segundo entrenador. ¿Te ves la próxima temporada en solitario o todavía es pronto para un reto de ese calibre?
R. Te mentiría si te dijera que estoy preparado. Sí que estoy agradecido a todos mis compañeros con los que he trabajado cada día, porque he disfrutado y sobre todo he aprendido muchísimo al lado de ellos. Que he aprendido y he crecido más que cuando empecé la temporada sí, pero no me veo preparado. Seguramente en unos años sí que me vea más preparado como para llevar a un equipo.
P. En tus planes de futuro, ¿entraba el de ser entrenador?
R. Para nada. Mi vida no era otra que la de seguir jugando y disfrutando del fútbol. Pero el fútbol a veces es muy traicionero y desde el día (14/10/2020) en el que me comunicaron la noticia de que no podía seguir jugando al fútbol, mi vida cambió. El club se portó demasiado bien conmigo y me dijo: «No te vamos a dejar sólo, termina tus estudios porque mientras vas a estar de ayudante en un equipo hasta que finalice la temporada y ya de cara a la temporada siguiente, vete sacando los niveles de entrenador porque te vamos a meter en un equipo como segundo entrenador» y, así hasta el día de hoy. La verdad que no tengo palabras de agradecimiento por cómo se han portado conmigo.
P. Tu vida cambió por un problema cardíaco ¿con o sin previo aviso?
R. Llegó sin previo aviso. Estaba entrenando con mis compañeros y en un momento del entrenamiento sentí cómo me faltaba la respiración, se lo dije al entrenador y de momento paré de entrenar. Y a raíz de eso ya me hicieron pruebas los días posteriores hasta que el médico dicto sentencia del diagnóstico: «Miocardiopatía con afectación del ventrículo izquierdo. Probable miocardiopatía arritmogénica».
Todavía las pruebas no dicen lo contrario, pero probablemente sea genética de mi padre, que tuvo de chico, jugando, una muerte súbita. Digo que llegó sin previo aviso porque nunca hasta ese día me había pasado nada, pero, quizás una parada a tiempo sean tres puntos inolvidables. Ahora, en los 1-2 últimos años, el mundo del deporte profesional se están volviendo afectado por el tema cardíaco y al iniciar las temporadas se están haciendo estudios sobre ello. Está siendo mucho más controlado y seguramente habrá menos casos que pongan en peligro la vida de la persona ya que se lo cogerán a tiempo.
P. Han pasado casi dos años, pero ¿cómo recibiste ese mazazo?
R. El día que el médico me comunicó la noticia estaba con mi madre en la consulta y no sabía cómo reaccionar. En ese momento no tenía palabras para nada, en cuanto salí de la consulta rompí a llorar. Fue un momento muy duro para mí, porque sentía que mi sueño se había terminado por completo. Probablemente ha sido uno de los momentos más duros de mi vida.
P. ¿Qué o quién te ayudo para no venirte abajo?
R. Mi familia, la familia del Atlético de Madrid y de la Real Federación Española de Fútbol y mis amigos fueron todo un gran apoyo para mí en ese momento tan duro. No hay nada en el mundo que pueda pagar para devolverles todo lo que hicieron y están haciendo por mí durante este tiempo.
P. El guion de la vida te ha “sentado” muy pronto en el banquillo. ¿Cómo es estar en ese lado?
R. Estar en este lado y encima en este club, es de orgullo y agradecimiento. Yo soy un chico muy optimista y muy positivo y creo que si esto me ha pasado es por algo. La vida hay que vivirla con alegría y felicidad. No siempre uno va a tener lo quiere o va a estar como quiere, pero si la vida ha decidido ahora que me dedique a esto es porque sabe que puedo hacerlo bien y que tengo y ojalá sea así, posibilidades en un futuro de llegar al fútbol profesional. Para ello hay que seguir trabajando y creciendo con la máxima humildad posible y, todo llegará.
En relación a la pregunta, para nada me imaginaba como era este mundo. Antes cuando era jugador, llegaba al vestuario, me ponía las botas, entrenaba y me volvía a casa. Así todos los días y los fines de semana que cambiaba el entrenamiento por el partido. Me paraba a pensar y sabía que había trabajo detrás de todo lo que yo hacía, pero no todo. Ahora que lo estoy viviendo, le tengo que dar las gracias pero de verdad a todos los cuerpos técnicos durante los años que estuve jugando. Son muchas horas y días sin dormir, preparar una semana de entrenamiento más el partido, analizar cómo juega un rival y cómo juega otro y, muchas más cosas.
P. ¿Tú sueño ahora es hacer carrera como entrenador?
R. Sí. He descubierto un mundo nuevo, que me gusta, me llena de ilusión y de pasión. Tengo que seguir creciendo y mejorando con toda la humildad del mundo y ojalá que ese sueño que tengo ahora se cumpla en un futuro. Creo que tengo las capacidades suficientes para poder hacerlo realidad.
P. ¿En qué nivel estás ahora?
R. Acabo de terminar el UEFA C, que sería el nivel uno y estoy haciendo las prácticas que son 6 meses. Cuando las termine, comenzaré el siguiente nivel. Paso a paso, que con trabajo, esfuerzo y dedicación todo llega.
P. Adri tuvo que colgar las botas demasiado pronto, ¿qué es lo que más echas de menos del fútbol como futbolista?
R. La ilusión por jugar al fútbol. Pero si te soy sincero, no cambiaría por nada en el mundo donde estoy ahora mismo. La alegría y felicidad que transmiten los chicos es impresionante. Ver cómo te miran y te escuchan cuando le explicas algo, esa sensación no se puede comprar. La ilusión y las ganas que he tenido por entrenar cada día es gracias a ellos. La vida se mide por lo momentos vividos y cada momento es distinto, pero lo que me han emocionado estos chicos durante toda la temporada, esto no lo había vivido yo en una temporada como jugador.
P. Hace unas semanas recibiste el “Premio a los Valores” de FutbolDraft 2020-2021. ¿Qué significa este reconocimiento para ti?
R. Para mí, es un orgullo poder recibir este premio porque no sólo refleja los valores del deporte sino los valores de la vida: el ser buen compañero, buena persona, humilde.
Cuando recibí la llamada de una persona de la Real Federación Española de Fútbol dándome la enhorabuena por el premio, me sorprendió muchísimo. Que te valoren de esta forma por cómo eres como persona es impresionante. Tenía constancia de que Fútbol Draft daba premios todos los años, pero éste en concreto, nunca estaba y ver que eres el primer elegido junto a Laia Aleixandri en categoría femenina, es algo inimaginable. He sido, soy y seré un chico muy humilde, gracias a los valores que me han transmitido mis padres desde pequeño. Siempre, a cada sitio que voy, intento tratar a las personas como quisiera que me tratasen a mí, y así dejar huella para que en futuro me reconozcan de buena manera.