Carlos Igual llega ya cambiado a la Ciudad Deportiva del Valencia para ejercitarse con sus compañeros del Cadete A. Con el pantalón corto, las botas y la camiseta de entrenamiento es su sonrisa la que le diferencia del resto. Hace un año, entrenaba en casa recuperándose de una grave lesión que en el mes de mayo, en plena pandemia mundial, le obligó a pasar nuevamente por el quirófano. Su ejemplo de resiliencia, con solo 17 primaveras, es un modelo para cualquiera.
Piense qué haría si tuviera 508 días por delante con 15 años… pues nada de eso pudo hacer Carlos Igual, uno de los jugadores con más proyección de la cantera del Valencia, que pasó todo ese tiempo trabajando para volver a sentirse futbolista.
Nunca es un buen momento para lesionarse, pero para Carlos llegó en el momento en que empezaba a despuntar. Antes de aquel fatídico 9 de noviembre de 2019, había recibido por primera vez la llamada de la Selección Española Sub-15, e incluso había renovado su vinculación con el Valencia CF, escudo que defiende desde hace una década.
Un mal gesto en el partido contra el Kelme le cambió la vida. Se fracturó la meseta tibial desgarrando a su vez el tendón rotuliano de la rodilla derecha. La recuperación le llevó despacio y si de por sí se trata de una lesión larga y costosa, la Covid-19 complicó más si cabe las cosas. Carlos que se encontraba en un punto bastante avanzado de la rehabilitación trabajó cada día al máximo y con los materiales que tenía a su alcance en casa hasta que pudo regresar a la Ciudad Deportiva para continuar con su recuperación. Fue pocos días antes de volver a entrar en un quirófano para terminar de perfilar su ‘nueva’ articulación, la que ahora, antes de cada partido, recubre con un vendaje que le recuerda todo el esfuerzo, el sudor y las lágrimas que componen su historia de superación.
Se lesionó siendo cadete de primer año y reapareció 508 días después en un partido amistoso del Valencia Juvenil A. El de Sagunto regresó por la puerta grande. Minutos en los que se acordó de sus fisios, readaptador, médico y por supuesto, su familia. Y también de ellas, las jugadoras del filial del Valencia, que fueron un pilar clave a lo largo de todo el proceso.
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Antes de volver a jugar un encuentro oficial con su equipo, el Cadete A del Valencia CF, Carlos participó con el Juvenil B en la fase final de la At Abtal International Cup, un torneo internacional sub-19 promovido por el Ministerio de Deportes de Arabia Saudí, que ganó tras superar al Atlético Madrileño Juvenil A en la final.
