Moha Seye es la pieza que completa el engranaje ofensivo del Alboraya UD. “Un perfil de delantero diferente al resto de jugadores ofensivos atacantes del equipo. De gran envergadura, potencia, un juego muy bueno con el pie y que nos aportará, sobre todo, gol”. El olfato depredador que tenía en el área Tawfik Benhammou (ahora en las filas del Valencia CF) y Christian Vassilakis, fichado por el Real Madrid en plena pretemporada, cuando ya llevaba anotados cuatro goles con el equipo que dirige Sergio Salgado.
De padre senegalés y madre marroquí, Moha Seye nació en Valencia hace 18 años. Es un trotamundos del fútbol autonómico, desde su infancia hasta su juventud. Este verano le salieron muchas novias, tras haber anotado 32 goles en su segundo año como juvenil con el San Marcelino de Preferente, con el que llegó a disputar la promoción de ascenso a Liga Nacional. Con esa excelente carta de presentación varios equipos de División de Honor pelearon por hacerse con sus servicios. Descartó el Torre Levante (en el que jugó siendo primer año de juvenil) y el Alboraya (el club en el que jugó de alevín a infantil) y se marchó al Kelme donde estuvo tan solo unos días. Volvió a casa y se presentó en Alboraya para iniciar la pretemporada.
El segundo día se lesionó. En un salto se rompió un dedo del pie izquierdo que le ha mantenido apartado de los terrenos de juego el primer tramo de la competición. El delantero reapareció contra el Villarreal disputando apenas quince minutos, después volvió a jugar ante el Torre Pacheco y finalmente, contra el CD Toledo salió de inicio y anotó su primer gol en División de Honor. Ahora confía en poder seguir ofreciendo muchas alegrías a su equipo “me ilusiona este año, porque es una categoría muy bonita de jugar y supone un gran escaparate para cualquier jugador. De momento me falta un poco para estar al cien por cien, pero voy a darlo todo en cada partido para que podamos seguir sumando de tres en tres”.