No ha habido nadie mejor que él en la Copa del Rey que el domingo concluyó en Cuenca con el triunfo del Atlético de Madrid. Joaquín Muñoz bien podría haber sido elegido el MVP de la competición, después de sus actuaciones decisivas en todas las eliminatorias.
El malagueño ha conseguido ser uno de los líderes colchoneros a lo largo de la presente temporada. Decisivo en Liga, UEFA Youth League y Copa de Campeones, entre medias logró debutar con el filial rojiblanco, e incluso viajar a Nigeria con el primer equipo, aunque no llegó a disputar ningún minuto. Siempre firmando brillantes actuaciones, entrenándose para su competición favorita: la Copa del Rey.
Un certamen en el que, si el curso pasado ya fue clave, este año, el de su madurez deportiva, lo ha sido todavía más. Joaquín comenzó de forma inmejorable la Copa, forzando un penalti en el tiempo de descuento frente a la UD Las Palmas que sirvió para encarrilar los octavos. En la vuelta también dejó su impronta anotando el primero de los siete goles con los que vapulearon al mejor equipo amarillo de la historia. En cuartos hubo que esperar al segundo encuentro frente al FC Barcelona para disfrutar de dos auténticas obras de arte.
¡Pero qué golazo! ¡Joaquín se fue de cuatro rivales dentro del área y coloca al @AtletiAcademia a un paso de las semifinales!
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¡Otra vez Joaquín! ¡Esta vez definió como un gran delantero centro en el mano a mano para firmar el doblete!
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El Athletic Club todavía recuerda las diabluras del extremo malagueño por la banda en el choque de ida, en el que fue el autor del 1 a 0 y el asistente del dos a cero. Mientras que en la vuelta, selló el pase a la gran final con una nueva diana.
Joaquín también registró un gran trabajo en la final, en la que se encargó de botar el saque de esquina que cabeceó Óscar Clemente para iniciar la remontada frente al Real Madrid. Poniendo el colofón a una gran temporada en lo colectivo, pero sobre todo en lo personal.
El malagueño acaba contrato el próximo 30 de junio, el club lo quiere a toda costa, los aficionados piden su renovación, pero está en la órbita de grandes clubes europeos. Él tiene la última palabra.