El pitido del final de temporada sonó hace justo una semana para los equipos de grupo 7 de División de Honor que, salvo el Levante, ya se encuentran de vacaciones. Sin embargo, hay jugadores que tienen otros planes de cara al periodo estival. Un ejemplo es el de Joaquín Cánovas, el extremo del UCAM Murcia, continuará con su plan de recuperación previsto por la lesión de gravedad que sufrió durante la pretemporada y de la que reapareció a falta de dos partidos para la conclusión del campeonato.
Desde su incorporación al UCAM Murcia (procedente del Real Murcia), el crecimiento de Joaquín ha sido progresivo. Llegó con 15 años y en su último año de juvenil apuntaba a ser una de las grandes referencias del División de Honor. No lo ha podido ser en el rectángulo de juego, pero fuera se ha convertido en un ejemplo de sacrificio y perseverancia para sus compañeros.
El extremo se lesionó en el segundo entrenamiento de pretemporada, “en un mal movimiento me hice daño en la rodilla derecha”. Esto derivó en un edema óseo que le ha provocado “ocho meses de mucho dolor, en los que poco a poco he ido mejorando gracias a la recuperación junto al fisioterapeuta Pepe Torres”.
Joaquín que se caracteriza por ser un extremo veloz, no ha tenido prisas para volver a pisar un terreno de juego. De forma progresiva se fue incorporando a los entrenamientos y hace tres semanas pudo gozar de unos minutos en la derrota ante el Hércules (0-2). Aprovechando las dos semanas de parón para terminar de pulir su rodilla y recuperar la titularidad, hace 7 días contra el Patacona (5-5).
Después de dejar atrás la primera lesión grave de su carrera cuenta que “se siente una emoción, una intriga muy, rara ya que no sabes la sensación que vas a sentir de ponerte a correr después de tanto tiempo. La felicidad es enorme cuando terminas el partido al ver que lo has podido conseguir después de tanto trabajo”. Un éxito que asegura no habría sido posible sin el apoyo de “mis padres y mi familia».