De los 32 participantes de la Copa del Rey, el Valencia será el club más representado en esta edición. Lo estará en la ronda dieciseisavos, fruto de los convenios que mantiene con entidades como el Alzira y el Alboraya que participarán por primera vez en su historia en el torneo con mayor solera del fútbol juvenil.
Tomás Ingles y Edu Saturnino fueron cedidos a principio de temporada a Alzira y Alboraya respectivamente. Ambos están aprovechando la oportunidad de jugar por primera vez en División de Honor, gozando de gran protagonismo en sus equipos y como sus ‘excompañeros’ tendrán el privilegio de luchar por la Copa del Rey.
Edu fue el primero en ‘salir’. Se incorporó al Alboraya la misma semana que empezaba la liga, pero no tuvo suerte en su debut frente al Archena. Acabó lesionado, un grave esguince de tobillo que le alejó casi dos meses de los terrenos de juego. Reapareció frente al Real Murcia, curiosamente en la primera victoria a domicilio de su actual equipo. Desde entonces, hasta el presente, los chuferos no han vuelto a perder ningún partido.
Tras dejar atrás la lesión, poco a poco Edu está ganando peso en el equipo. Ha participado en 11 partidos y aunque todavía no ha podido estrenarse como goleador, es uno de los máximos asistentes con un total de 4 pases de gol.
Edu, que desde hace 5 temporadas pertenece al Valencia CF tras sus inicios en el Massamagrell, La Creu, Mislata y Levante, se verá las caras este sábado, 17 horas, con uno de los jugadores con los que ha compartido toda su etapa blanquinegra, Tomás Ingles.
Tomás puso rumbo al Alzira con la competición iniciada. Llegó en la tercera jornada y desde entonces es uno de los pilares imprescindibles en los esquemas de Jose Luis Vidal. Debutó contra el Elche, entró en el descanso y a los 20 minutos dio su primera asistencia de gol a Héctor Osca. Un buen punto de partida para un jugador que estrenaba en la categoría.
Al término de la primera vuelta, Tomás ha disputado un total de 15 partidos, en la última jornada frente al Archena superó los 1000 minutos, durante los cuales ha anotado un gol y repartido 7 asistencias.
El de Águilas está rindiendo a un altísimo nivel, tanto es así que a partir de la próxima jornada comenzará a ejercitarse con el primer equipo del Alzira de la Segunda RFEF. Un premio más que merecido para un jugador que vive su primera experiencia lejos del Valencia desde su llegada hace 7 temporadas procedente del Lorca CFB.
La transformación de Mario Domínguez
El Valencia ha demostrado estar un nivel por encima del resto de equipos del grupo 7 de División de Honor. Se proclamó campeón de invierno y acaba la primera vuelta 9 puntos por delante de Alzira y Alboraya y con 10 de ventaja sobre el Levante (con un partido aplazado) al que se medirá en los 1/16 de la Copa del Rey este domingo.
Si hay un jugador que sigue destacando en el Valencia, independientemente de la categoría en la que se mueva, ese es Mario Domínguez. El granadino demuestra año tras año su capacidad rematadora y sí la temporada pasada fue el pichichi del grupo 8 de Liga Nacional, en la presente pugna con Álex Martín del Albacete por serlo en el grupo 7 de División de Honor. Mientras el valencianista suma 7 dianas, el artillero de los manchegos acumula 8.
Sin embargo, y de ahí la transformación de Mario, no solo está sumando goles, sino que se ha convertido en el mejor asistente del equipo. Solo en la primera vuelta ha ofrecido siete pases de gol. Unas cifras nunca vistas en sus cuatro temporadas en el Valencia. Mario además es uno de los jugadores más utilizado por Jose Bargues en este primer tramo de la temporada, con un total de 17 partidos disputados.
El historial de Mario empieza en Las Gabias y se desarrolla durante 7 temporadas en el Granada CF antes de salir rumbo al Valencia.
Foto portada: Destino Mestalla