El Villarreal CF conquistó el octavo título de liga de su historia el pasado domingo, cerca de las 13 horas el árbitro José Antonio Sánchez Villalobos señalaba el final del partido frente al Lorca CFB, o lo que es lo mismo, el pistoletazo de salida a los festejos de los amarillos sobre el césped del campo Mundial 82.
De entre los protagonistas, al técnico Miguel Ángel Tena se le veía eufórico y a través de sus palabras enormemente satisfecho por lo conseguido tras unos meses muy exigentes. “Hemos conseguido el objetivo que era intentar quedar campeón de liga, y aunque parezca fácil ganarla ha sido muy difícil. La temporada ha tenido muchos momentos, pero el punto de inflexión fue cuando tuvimos la pequeña racha negativa en la que el Valencia fue capaz de ponerse a ocho puntos de ventaja. En ese momento, los mensajes que vienen de fuera son que se nos ha escapado la liga cuando faltan muchas jornadas para finalizar. El equipo nunca bajó los brazos, sabíamos que estábamos haciendo un buen trabajo, pero que nos faltaba esa pequeña suerte que si tienes en otros partidos. A base de creer, tener ambición y ser valientes fuimos capaces de darle la vuelta la situación y celebrar el campeonato”.
“Diez jornadas dan para mucho” lo aseguraba Diego Collado cuando esa liga que parecía casi inalcanzable, y no se equivocaba ni un ápice. “Hicimos mucho trabajo psicológico, sobre todo haciéndoles ver que el trabajo que venían realizando era positivo y a partir de ahí sabíamos que íbamos a ser un equipo fuerte hasta final de temporada. En el momento que conseguimos eso, también nos acompañaron resultados de los rivales y al final, el obtuvimos como recompensa esa primera posición, un gran tesoro que no podíamos perder”.
A partir de ahí, el equipo creció y evolucionó para poder conseguir el propósito de la temporada. “La aportación de los 25 jugadores ha sido fundamental. Desde la victoria frente al Valencia, con la que recuperamos el liderato, fuimos creciendo día a día, hasta el punto de únicamente ceder un empate frente al Atlético Madrileño. Es por eso estoy muy orgulloso de los jugadores. Es una generación muy buena, no solo a nivel de jugadores sino también como personas. De eso tienen mucha culpa también los técnicos del Villarreal que han trabajado con ellos en diferentes etapas y que al final han hecho que tengamos un Juvenil muy bueno” puntualiza un entrenador que dedica este triunfo a su mujer e hijos, “que me hacen tener fuerzas para vivir estos momentos” y también al presidente de la entidad, Fernando Roig.
En poco menos de un mes, el Villarreal afrontará en Vigo el siguiente reto, la Copa de Campeones. “Es el premio por hacer buena temporada, lucharemos por llegar lo más lejos posible y si puede ser ganarlo también. Estos jugadores tienen mucha hambre. El año pasado se quedaron a las puertas de ganar la liga o disputar la Copa del Rey a pesar del buen trabajo. Estas semanas han sido difíciles porque existía esa tensión de decir “lo tengo en mi mano y no puede escaparse otra vez”. Ahí es donde más hemos estado el cuerpo técnico, haciéndoles sentir que todo dependía de nuestro trabajo, que estábamos muy bien y muy fuertes y que solamente pensando en nosotros íbamos a ser capaces de llegar al final a cumplir el objetivo”.