El Paterna ha hecho historia. A la segunda fue la vencida y los jugadores de Carlos Lluna escribieron la página más brillante del club en Liga Nacional.
Alcanzó el objetivo y hizo a lo grande, como ha sido su temporada, la del regreso a la Segunda división del fútbol juvenil, llena eso sí de altibajos. El Paterna firmó su mejor inicio liguero en la categoría, llegó a ocupar puestos de ascensos a División de Honor y arrancó 2023 entrando por primera y única vez en posiciones de descenso. En la última jornada cambiaba la historia y conseguía la permanencia, algo que en su anterior participación se le escapó.
“Detrás de esta permanencia diría que ha abundado el trabajo, la unión y la resiliencia” destaca el técnico Carlos Lluna. “Hemos superado todos los obstáculos que han ido apareciendo a lo largo de la temporada, y estos, nos han servido para ser cada vez más completos y competitivos. De la misma forma hemos comprendido que el único camino para superarlos era seguir trabajando y sobre todo mantener esa cohesión, esa familia, que iba a apoyarse pasara lo que pasara”.
Los primeros obstáculos aparecieron a mediados de noviembre y le llevaron a caer a los infiernos en el mes de enero. “La verdad es que el equipo comenzó la liga con mucho respeto e ilusión, haciendo del Gerardo Salvador un fortín, dónde solo hemos perdido cuatro partidos en toda la competición. Pero, como a otros equipos de nuestra Liga, la exigencia de la competición hace que aparezcan las lesiones, y en ese tramo nos mermaron mucho teniendo como consecuencia de ello esos resultados negativos que nos privaron de puntuar muchas jornadas”.
Al contrario que la primera, la segunda vuelta fue casi perfecta. El Paterna firmó números parejos a los dos de los tres equipos que llegaron a la recta final disputándose el ascenso a División de Honor.
Un nivel de forma impresionante para la que reconoce Carlos “no cambiamos en exceso ni nuestra línea de trabajo ni nuestro modelo de juego, simplemente se trataba de seguir siendo constantes en lo que estábamos construyendo, mejorar y aprender de nuestros errores y seguir potenciando nuestras fortalezas. Creo que ha habido un buen número de partidos donde hemos merecido un mayor premio y por detalles se nos han escapado, y ahí era donde residía nuestra atención y confianza, haciéndonos sabedores de que no íbamos por mal camino”.
A pesar de sus buenos registros, el descenso desde División de Honor de tres equipos valencianos alargó la agonía por la permanencia hasta la última jornada, en la que al Paterna le tocaba bailar con la más fea: un Kelme que no tenía cerrada su vuelta a la élite del fútbol juvenil. “La victoria en Torrent una semana atrás fue vital para nosotros, pues depender de uno mismo en última jornada es clave. El hecho de saber que si cumples con tu trabajo consigues el objetivo te da un plus a la hora de afrontar estos partidos. Todavía recuerdo el primer año en Nacional hace dos años, que hicimos una fase de descenso casi perfecta (un empate y cinco victorias) y llegamos al último encuentro dependiendo de otros resultados, siendo el final muy triste, ya que nuestra victoria no sirvió para nada. Así que en esta ocasión íbamos a hacer todo lo posible para esta vez ser nosotros los que tuviéramos esa ventaja” confiesa Carlos.
«La derrota contra el Gandía nos dio la salvación»
El último baile reconoce “lo afrontamos con la naturalidad que llevamos haciéndolo todo el año. Tras la derrota en Gandía (jornada 28/34), nos daban por descendidos, y personalmente pienso que ese partido fue el que nos dio la salvación. Podíamos haber tirado la toalla, pero lejos de eso, fue un punto de inflexión para afrontar el final de la temporada. Decidimos protegernos y cuidarnos como equipo, y afrontar las 6 finales que nos quedaban con todo, pese a lo complicado que era el calendario, ya nos restaban partidos como el Elche en su campo (0-0), Valencia en el Gerardo Salvador (1-1), Torrent en el San Gregorio (0-1) y Kelme, jugándose el ascenso también, y al que logramos ganar por 2 a 0.
El Paterna cumplió con el objetivo, después de quedarse a las puertas el año de su debut, la temporada de los subgrupos, 2020-2021. “Estoy muy orgulloso del club, del cuerpo técnico y sobre todo de los chicos. Ha sido una temporada muy exigente, pero a la vez muy gratificante, donde ha habido momentos muy felices y que seguro que guardaremos en nuestras memorias. ¡Solo tengo palabras de agradecimiento para este equipo: Amunt Paterna!