El sábado fue un día histórico para el fútbol juvenil. Samantha Tormo se estrenó al frente del banquillo del CD Tenerife en el encuentro de ida de octavos de la Copa del Rey. La entrenadora ha tomado las riendas del Juvenil A tras la promoción de Cristo Marrero al primer equipo, convirtiéndose en la primera mujer en la historia de la competición en ostentar este cargo.
Una muestra de que el fútbol está comenzando a cambiar y que el asalto de la mujer a los banquillos no ha hecho más que empezar. Sam, como tantas otras que ocupan la posición que muchos hombres anhelan, han trabajado muy duro para alcanzar ese sueño.
El de Sam empezó cuando todavía era jugadora del Levante UD. Comenzó preparando a un equipo cadete femenino, tras la salida del primer técnico. Un caso que guarda similitudes con lo que le ha tocado vivir estos días en el CD Tenerife. Fue un etapa corta, ya que la ahora entrenadora fue traspasada a la UD Tacuense, un club histórico de Tenerife, donde acabaría colgando las botas.
Tras esto comenzó a formarse como entrenadora y seis años después, los tres últimos como la segunda de a bordo de Cristo Marrero (Juvenil B temporada 2016-2017 y Juvenil A de 2017 a la actualidad) dirige a un equipo que confía en superar al Real Madrid en la vuelta de octavos de final de la Copa del Rey.
Un gol de Joel Caballero en la recta final del partido disputado en Tenerife, mantiene vivas las esperanzas de volver a disputar la ronda de cuartos cinco años después.
Samantha Tormo Morgan es el ejemplo de que con trabajo y esfuerzo no hay ninguna meta imposible.