Los últimos meses en la vida de Gabri Jimeno han sido los más frenéticos de sus 18 años. Una locura. El eldense, que fue el primer jugador en reforzar al UCAM Murcia tras el descenso de categoría, ha pasado de festejar goles en Liga Nacional, a firmar su primer contrato profesional, debutar con el filial en Tercera con gol incluido, lograr un ascenso a División de Honor, disputar un play-off a Segunda RFEF y marcar el último tanto de los universitarios en Primera RFEF. Por si eso fuera poco, el delantero asegura que le ha faltado una cosa. Te invito a descubrirla.
PREGUNTA. Hace menos de un año, Gabri se convertía en el primer fichaje del UCAM Murcia. ¿Qué te hizo aceptar la oferta?
RESPUESTA. Estaba pasando malos momentos en el Kelme. No era una situación que un jugador que quiere jugar a fútbol quiere vivir. Es cierto que, a veces, me sentí solo y a un cambio de aires no le pude decir que no.
P. ¿Con qué objetivo llegaste al UCAM Murcia?
R. El primer objetivo que tenía Gabri era devolver al UCAM a División de Honor que hacía un mes había perdido la categoría contra el Kelme, entre otros equipos.
P. Gabri cambia jugar en División de Honor por Liga Nacional. Seguro que hubo mucha gente que no lo entendió.
R. Sí, hubo de todo, pero mi familia y mis amigos me apoyaron y personalmente necesitaba un cambio de aires. El UCAM estuvo interesado en mí desde mucho antes de finalizar la temporada y quise darle la oportunidad a ese reto. A día de hoy no puedo decir que me equivoqué.
P. ¿Alguna vez habías destacado tanto en un club en tan poco tiempo?
R. No. Mi mejor temporada, antes de esta, fue en cadete de segundo año, donde el Kelme descendió de Autonómica y me propuse el mismo reto. La verdad que no tiene nada que ver con este, pero a nivel goleador y colectivo fue similar. Allí llevaba un tiempo, sabía cómo funcionaba el club, la gente me conocía… este año ha sido llegar y tener que ir afrontando nuevos retos.
P. No sé si habrá algún jugador en la cantera que en pocos meses haya logrado todo lo que tú has vivido. ¿Llegaste a asimilarlo o es ahora el momento de saborearlo?
R. No, la verdad que sigo en ‘shock’. Creo, y, sino que me corrijan, soy el primer jugador de la cantera que ha pasado del Juvenil al filial y al primer equipo en la misma temporada, así como marcar goles en las tres categorías. Es un momento que todavía estoy intentando asimilar, a la vez que lo estoy disfrutando.

Gabri en el partido contra el Atlético Baleares.
El principio me acuerdo que no fue fácil. Gabri no metía ningún gol, hubo comentarios negativos… fueron mensajes que duelen escuchar. En 9 meses he pasado de jugar contra amigos de Murcia a hacerlo contra futbolistas del Barça B, que incluso han debutado con el primer equipo, del Atlético Baleares, que ha estado en la zona alta toda la temporada, o del Andorra, que ha logrado ascender a Segunda división.
P. Hablabas de que al principio te costó marcar goles. ¿Qué tardaste en estrenar el casillero?
R. Una semana después de llegar al UCAM, en el primer partido de pretemporada, me lesioné. Volví un mes después justamente cuando empezaba la liga en Torre Pacheco. Me estrené con un doblete en la segunda jornada frente al Cantera Fútbol Lorca Deportiva, pero después me costó volver a ver puerta. No fue un inicio fácil.
P. Sin embargo, llegaste a final de año con 18 goles en tu cuenta personal y un contrato profesional sobre la mesa.
R. El club me quiso renovar antes de navidades, pero por motivos personales decidí aplazar la renovación a principios de año. Mi idea siempre fue y sigue siendo triunfar aquí, le tengo mucho cariño al club y a su gente.
P. ¿Cómo te cambia la vida esa firma?
R. Después de firmar mi renovación me asenté en el filial y poco a poco fui encontrando al Gabri del Juvenil en él, hasta prácticamente ser yo y sentirme uno más de la plantilla, al igual que en primer equipo. La vida me cambió por el lugar en el que estaba, pero yo seguía siendo el mismo.
P. ¿Qué te motiva para superarte? Porque supongo que es eso, lograr algo y querer más.
R. La explicación puede ser a lo que cada uno quiera ser en la vida. Alguien que se conforma con estar en su equipo, viendo que arriba tiene gente disfrutando mucho más del fútbol, va por el camino incorrecto, siempre hay que querer más. Yo no podía estar mi último año de juvenil conformándome con quedarme ahí. Mi objetivo era subir al filial y cuando lo hiciera, mantenerme. Al final, se quedó corto.
P. A lo largo de los años, ¿ha sido Gabri un conformista o más bien todo lo contrario?
R. Creo que el año pasado no tenía la cabeza bien asentada y me conformé por decir que estaba jugando en la máxima categoría del fútbol juvenil. Me conformaba con los minutos que jugaba, aunque analizado y pasado el tiempo pienso que me merecía más, pero fue lo que consideró el entrenador. Llegué al UCAM y tenía la sensación de tener que jugar todo, de marcar todos los goles que pudiera, de dejarme todo en cada minuto que defendiera este escudo y a día de hoy puedo decir que me siento satisfecho conmigo mismo. Esta temporada he coincidido con personas que me han ayudado mucho, que me han guiado por el buen camino, haciendo mención especial a Raúl Guillén, y son motivos por los que seguir peleando. Es una sensación muy bonita cuando ves que has logrado todo lo que te propusiste, después de haber puesto todo en ello.
P. El descenso del primer equipo fue un palo para el club, pero tú te despediste por todo lo alto, con un gol en Primera RFEF. El broche de oro.
R. La verdad es que ha sido un año muy duro. Justamente debuté el día que descendimos matemáticamente, pero a nivel individual estoy muy contento. Tengo fotos de cuando iba al estadio a ver los partidos del primer equipo, veía a los jugadores y pensaba “ojalá estar ahí algún día”. Es algo que además recalco en el vídeo de mi renovación, fue uno de los puntos más fuertes que me llevan a ampliar mi vinculación con el club. No pensaba que fuera a ser tan pronto.
P. Han sido muchas cosas en tres vestuarios diferentes, por lo que tendrás para escribir un libro de consejos. ¿Alguno que te haya calado?
R. Ha habido un jugador que en muy poco tiempo me ha ayudado mucho: Rubén Mesa. Me decía “cualquier cosa que quieras siempre hay que lucharla, que habrá muchas piedras en el camino, pero hay que seguir para adelante todo lo fuerte que puedas”. Además de eso, meter el gol con el primer equipo con asistencia suya fue especial.
P. Y en casa, ¿qué te dicen?
R. Que un día estás arriba con la cabeza alta y otro te toca estar abajo con la cabeza en el mismo sitio. La temporada ha terminado de la mejor manera posible, pero quien sabe lo que puede deparar el futuro. El fútbol no tiene memoria, todos estos momentos se borran y te toca empezar de nuevo.
P. Después de este año, el que viene te sabrá a poco.
R. Debería de saberme a más, pero será complicado que otro año sea semejante a este. No obstante, espero tener oportunidades con el primer equipo y poder devolverlo a Primera RFEF, ese es uno de mis objetivos para la próxima temporada. Intentaré seguir demostrando que quiero lo mejor para este club.
P. ¿Te quedas con algún momento en especial?
R. Son muchos, pero me quedo con el gol contra el FC Barcelona B. El objetivo cuando tuve la noticia de que iba a terminar la temporada con el primer equipo fue intentar meter gol en las tres categorías, y puedo decir que lo conseguí.
P. ¿Lo habías visualizado?
R. No, no me lo esperaba. Mis amigos me decían que iba a marcar, pero la verdad es que no me entraba en la cabeza. Contra el Atlético Baleares toqué dos balones, contra el Andorra, cuatro. En cambio, contra el FC Barcelona B tuve más minutos. Me sentí más cómodo, estaba más pendiente de todo, no sabía dónde mirar, si miras hacia arriba te pierdes lo de abajo, si miras hacia abajo, lo de arriba, estaba en todo.
P. Pichichi del Juvenil A del UCAM Murcia y ascenso a División de Honor, debut (con gol) en el filial, play-off de ascenso a Segunda RFEF, estreno con el primer equipo y goleador en Primera RFEF. ¿Qué balance haces de la temporada?
R. No hay palabras para resumirlo. Todas se quedarían cortas.
P. ¿Qué le ha faltado a Gabri?
R. A nivel colectivo hubiese dado lo que fuera para que el primer equipo hubiera mantenido la categoría e individualmente me hubiera gustado ser el pichichi de Liga Nacional. A pesar de estas cosas, podría tildar la temporada de casi perfecta, soñada. La mejor sin duda.