Arick Betancourt celebraba este miércoles su primer gol con la camiseta del Torre Levante, un golazo que rompía dos años de imbatibilidad local del Valencia en liga.
Justamente dos años después de encajar su última derrota en el campeonato doméstico, el Valencia tropezó con el Torre Levante. Los de Jero López que encaraban este partido con la moral por las nubes tras lograr días antes un triunfo clave por la permanencia frente al Kelme, jugaron sin complejos y acabaron sumando tres puntos muy valiosos ante el líder.
El Levante era el último equipo que había ganado en el Antonio Puchades. Un triunfo que se remonta al 9 de febrero de 2020. Aquel derbi finalizó con un resultado de 1 a 2. Desde entonces hasta este miércoles, en el que se disputó la jornada 24, la Ciudad Deportiva del Valencia se había convertido en un fortín inexpugnable.
Un estreno inolvidable
Betancourt sueña con formar parte de una cantera importante en un futuro no muy lejano. Llegar al fútbol profesional. Con ese sueño hizo las maletas desde Venezuela rumbo a España en 2017. Tenía 14 años, si bien su explosión llegó en cadete de segundo año en el Patacona, la pandemia frenó su impulso pero no pudo con su ilusión.
Los meses siguientes fueron difíciles, Arick tuvo muchas ofertas sobre la mesa y aunque al principio apostó por saltarse el escalón juvenil para jugar en el Gandía de Preferente, la llamada del Paterna le hizo dar un paso atrás y jugar en Liga Nacional.
Sus buenas actuaciones no evitaron el descenso del equipo, pero le permitieron tener un amplio elenco de clubes para encarar su segundo año como juvenil. Lo vio claro y regresó al Patacona.
Puso el listón muy alto desde el primer partido. Anotó el primer gol de la temporada del equipo e incluso dio una asistencia. Un 8, que también puede jugar de 10 y de 6. Un jugador determinante que en noviembre recibió la llamada del Torre Levante para dar el salto de nivel que había pospuesto en pretemporada.
Debutó en División de Honor frente al Real Murcia, necesitó media hora para ganarse un puesto de titular en los siguientes partidos. Consolidado en el once inicial, tuvo que retirarse antes de tiempo en el Antonio Puchades por un golpe que no reviste gravedad, y que no empañó su gran noche: la de su primer gol en la élite juvenil.