Dani Albet está detrás de dos de los goles más importante de la historia del Nàstic Manresa en División de Honor: el primero en la categoría frente al Lleida Esportiu y el de la permanencia logrado la pasada jornada frente al CF Damm. “Es todo un orgullo para mí entrar en la historia del club de esta manera. Ambos goles han sido muy trascendentes para poder conseguir la salvación el año de nuestro debut en la élite del fútbol juvenil”.
Una temporada que ha sido, en palabras del delantero catalán, “de guerreros porque éramos un equipo nuevo en la categoría con las dificultades que eso conlleva y la plantilla también lo era, habían llegado muchas caras nuevas al equipo con tal de poder aspirar a la permanencia. Hemos tenido que trabajar mucho para sacar todo adelante y poder lograr el objetivo. Sin ir más lejos, valga de ejemplo el último encuentro frente a la Damm, para sumar los tres puntos que nos daban la salvación tuvimos que remontar el 0-1 de Patrice. Mi compañero Priego marcó de penalti al inicio del segundo tiempo, pero mi gol llegó en la última jugada del partido, en el descuento”.
Entre los momentos más duros de la temporada, Dani asegura que fueron “las jornadas en las que estuvimos ocupando plaza de descenso y los resultados no nos acompañaban. Hasta que nos juntamos todos en el vestuario y dejamos claros los objetivos que teníamos que lograr y como llegar a ellos. Pusimos en común lo mejor que sabíamos hacer, tanto de manera individual como colectiva, para explotarlo; a partir de ahí volvimos a ir hacia arriba, conseguimos una victoria importantísima en Sant Andreu que nos dio un impulso importante”.
Esta mañana, ya con el objetivo conseguido, se miden a una de las sensaciones de la temporada en el grupo 3, el EM El Olivar. “Estamos en una dinámica positiva y de euforia, llegamos a Zaragoza con ganas de competir y sumar los tres puntos, aunque sabemos que son un gran rival y van a salir a ganar puesto que tienen margen de mejora en la clasificación”.