España tendría que batirse hoy a Brasil por un puesto en la final de la Copa Mundial Sub-17, un sueño que truncó Francia de la manera más cruel el pasado lunes. Así acababa una temporada positiva para las categorías inferiores de la Selección Española.
Para llegar hasta el país sudamericano, la Sub-17 tuvo que alcanzar las semifinales del Campeonato de Europa disputado en Irlanda. España se quedó a las puertas de las medallas, pues perdió el duelo clave ante Holanda (1-0).
Con un equipo renovado, España partía entre las favoritas a lograr el único Mundial que falta por ganar. Tras una fase de grupos perfecta, y superar a Senegal en octavos, Francia le endosó una goleada muy difícil de digerir.
Fue la cruz a dos antecedentes exitosos. El combinado Sub-19 alcanzó en Armenia un triplete histórico (en el 2017 se proclamaron campeones de Europa sub-17, fueron medalla de plata en el Mundial sub 17 de la India y el año pasado como sub-18 se llevaron en Tarragona el oro en los Juegos del Mediterráneo). Ganaron en una reñida final a Portugal (2-0), reafirmando la gran salud que goza la cantera del fútbol español semas después de que el equipo Sub-21 ante Alemania.