Nicu Craiu jugó el sábado sus primeros minutos de la temporada ante el Albacete, después de haber superado su segunda lesión de LCA en su rodilla izquierda.
El Mini Estadi se rindió a Nicu; la ovación fue atronadora cuando se produjo su entrada al terreno de juego. Carlos Beitia dejó su puesto al rumano que se ha convertido a lo largo de estos meses en todo un ejemplo para grandes y pequeños del club ‘groguet’. Fue el primer cambio del Villarreal, de modo que dispuso de media hora para demostrar que ha vuelto en plenitud de condiciones.
Sus sensaciones al término del encuentro eran muy positivas ya que se había sentido muy cómodo, y, por otro lado, después de una recuperación de 18 meses se mostraba muy feliz por haber regresado a los terrenos de juego. Ahora confía en que la temporada sea muy larga tanto para él como para el equipo, pues está convencido de que el Villarreal remontará el vuelo y acabará luchando por el título de Liga.
Cruce de caminos
Hace nueve meses, Nicu Craiu volvía a una convocatoria con el CD Roda, después de haber superado su primera lesión del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Los gualdinegros se desplazaron hasta la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta para medirse al Albacete. Volvió a competir, estuvo quince minutos sobre el terreno de juego, y fue el chico más feliz del mundo.
Sin embargo, días después de esa feliz noticia tuvo que afrontar otro duro golpe. La rodilla empezó a dar problemas y las pruebas confirmaron los peores augurios. Su segunda operación, rehabilitación y recuperación de LCA han reinventado a Nicu que ha vuelto más fuerte y dispuesto a regalar muchas tardes de gloria.
Los equipos de fútbol se construyen desde futbolistas y actitudes como la de Nicu son la garantía de que el equipo de Javi Prats va a dar la cara hasta el final.
Foto portada: Inma Romera.