La rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha de Rafa Llorens ya es historia. El defensa, que esta temporada ha defendido la camiseta del Alzira, ya cuenta las horas para iniciar el trabajo de recuperación y afrontar su último año en el fútbol juvenil en un destino anónimo.
Rafa se lesionó hace poco más de un mes y esperó a superar la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) para entrar en el quirófano. No han pasado ni 24 horas desde que entregó el último examen y su maltrecha rodilla ya está lista para afrontar el partido más duro de su trayectoria. Torre Levante, Alboraya, Don Bosco, Sedaví o Racing d’Algemesí figuran en su currículum.
El central, natural de Valencia, se muestra animado tras la intervención, a pesar de estar ante la primera lesión grave desde que empezó a jugar a fútbol con 4 años. Sin duda, no ha sido una temporada sencilla para Rafa, aunque sí muy provechosa. Ha ido de menos a más. Tras dejar atrás las nubes de tormenta de las primeras semanas, se hizo fuerte e inamovible en el eje de la defensa del Juvenil B del Alzira. Su progresión fue tan positiva que en la recta final del campeonato tuvo la oportunidad de debutar en División de Honor en el partido contra el Atlético Madrileño. Una categoría en la que confía sumar más minutos una vez reciba el alta médica.
Por el momento, el pensamiento de Rafa es cauteloso. “Pasito a pasito” asegura.
