El Athletic Club protagoniza todas las portadas de los medios nacionales después de eliminar al FC Barcelona de la Copa del Rey con un gol de Iñaki Williams en el tiempo de descuento. Su hermano pequeño, Nico, de tan solo 17 años, los marca para el líder del grupo 2 de la División de Honor. El Juvenil A, tras tocar fondo la pasada temporada con la peor clasificación de su andadura en la competición, encabeza la tabla con una destacada ventaja sobre sus perseguidores que le permite soñar con el que sería su noveno título de liga.
La última temporada fue la más difícil del Athletic Club en División de Honor, y es que desde su debut en 1995 nunca había caído tan bajo. Acabó en séptima posición, a 15 puntos del campeón, el CD Numancia y a 13 de la Real Sociedad que fue segunda. Superaba así el quinto puesto de la 2006-2007. Unos meses después, las aguas parece que han vuelto a su cauce.
Imanol de la Sota regresaba este verano a Lezama dos años después de poner rumbo al Eibar, con la misión de hacer rugir de nuevo a los leones. Por el momento, no va mal encaminado. El Athletic no se ha bajado de la primera plaza del grupo en las primeras veinte jornadas de competición. Las cifras que acumula son idénticas a las obtenidas en las dos últimas ocasiones en que ganó el campeonato. En la jornada 20 de la 2015-16, con el mismo técnico en el banquillo, sumaba 50 puntos; en la 2017-2018, al igual que en la actual, 49 unidades.
El presente nada tiene que ver con el pasado más reciente, en la que arrancaban el último tercio de competición en décima posición con 27 puntos. Una diferencia abismal.
Hoy, el vestuario es otro. Una plantilla renovada, en la que tan solo continúan cinco jugadores del curso anterior (son además los únicos de tercer año), que hace gala de una gran unión: clave para afrontar nuevos desafíos y convertirlos en éxitos.