Con la victoria obtenida al vencer el pasado domingo por 0 a 1 al Olivar en uno de los derbis zaragozanos que se disputarán esta temporada, el Real Zaragoza se aupaba al liderato del Grupo III de División de Honor Juvenil. Un liderato inesperado, tanto por los poderosos rivales que pueblan la clasificación como por suponer la continuidad a una magnífica temporada pasada redondeada por la generación inmediatamente anterior a la actual. A día de hoy, los blanquillos no solo destacan por su liderato, sino también porque transcurrido ya un tercio de la competición son también el único equipo invicto de su grupo al haber sumado 5 victorias y 5 empates.
Los zaragocistas están dirigidos desde el banquillo esta campaña por Iván Martínez (Zaragoza, 1983), lateral que compartió, como jugador, vestuario a principios del milenio en este mismo equipo de División de Honor Juvenil con destacados futbolistas como Álvaro Arbeloa o Chechu Dorado. A pesar del alto listón que Javier Garcés, su predecesor ahora promocionado al Deportivo Aragón con la excepcional Generación del 99, había colocado, han bastado 10 jornadas para marcar un hito histórico para la entidad presidida por Cristian Lapetra: hacia nada menos que 12 años que el equipo de División de Honor Juvenil zaragocista no comandaba su grupo. En aquella época los blanquillos militaban en el Grupo II, junto a equipos vascos, navarros y riojanos, y acabaron aquel año como campeones, siendo dirigidos por Carlos Rojo y teniendo en su plantilla a un jovencísimo Jorge Miramón como nombre más reconocible a día de hoy.
Las claves del histórico liderato
El presente liderato se ha conseguido con un bloque donde la solidaridad, la intensidad y el compromiso inquebrantable son las principales características. El equipo, como casi todos los de la estructura actual del Real Zaragoza, forma con un 1-4-4-2, cono rombo en el centro del campo; firma de la casa desde la llegada de Lalo Arantegui a la Dirección Deportiva de la entidad. Ante la falta de un goleador en la plantilla, el equipo rentabiliza al máximo sus goles y con tan solo 12 dianas ha sumado ya 20 puntos.
En la portería Carlos Azón, que disputa ya por tercera vez esta categoría, está alcanzando un interesante grado de madurez. Su gran habilidad en el mano a mano, su valentía en el juego aéreo y su espectacularidad bajo palos hacen de él uno de los pilares de la plantilla. En estas primeras 10 jornadas solo ha encajado 7 goles.
En la defensa, el central Javi Hernández, capitán y líder del equipo, exhibe su autoridad y su empuje partido a partido; de hecho, las últimas semanas viene siendo titular con el Deportivo Aragón en el Grupo XVII de Tercera División. Junto a él, el nigeriano John Otu, recién aterrizado en Europa, se ha ido haciendo con un puesto en el once y, cada día más, va demostrando sus capacidades tanto en el juego en sí como con el enorme poderío físico que posee. Ambos hacen una pareja muy fuerte en el centro de la defensa, siendo bien complementados por los laterales Andrés Borge, en la derecha, y Alejandro Escuín, en la izquierda. Completan la parcela defensiva el polivalente Alejandro Francés y el zurdo Álvaro Martín, que sin ser titulares sí aportan minutos de calidad con asiduidad.
En el centro del campo Francho Serrano se ha hecho con el puesto de mediocentro y dirige con acierto el juego, además de ser pieza fundamental en el engranaje defensivo. Otro puesto fijo en el rombo está siendo para Iván Castillo, quien más participó en la categoría junto a Azón en la temporada pasada; su despliegue físico es asombroso, parece que tiene más de dos pulmones, y su nivel de agresividad defensiva suele ser buen termómetro para medir la del equipo en general. Los dos puestos restantes del mediocampo se están repartiendo entre tres jugadores: el potente Mario Benedet, que llegó a la Ciudad Deportiva tras su gran temporada en el Olivar, el elegante Andreu Torres, procedente del Lleida Esportiu, y el técnico Nacho Alastuey, quien tras su paso la anterior campaña por el Olivar ha progresado tanto física como técnicamente.
En la parte ofensiva, el veloz Jaime Sancho, nieto de Manolo González, leyenda zaragocista de los años 70, y sobrino del actual técnico del primer equipo zaragocista Lucas Alcaraz, está siendo fijo, mientras el potente Jesús Jiménez, autor de un doblete ante el RCD Espanyol y del gol ante el Olivar que vale el liderato, y el habilidoso y oportuno Miguel Puche se disputan el último puesto en el once. También participan en los puestos del ataque: el fino Rodrigo Val, el potente Marvin Kombe y Daniel Quesada, quien ha vuelto a los terrenos de juego tras varios meses apartado de los terrenos de juego, lo mismo que le sucede al todavía inédito Juanma Gainza.
Además de a los ya citados, conviene recordar que, por edad y generación natural, tanto el mediocentro Marc Aguado como el delantero Luis Forcén, indiscutibles ambos en el Deportivo Aragón, pertenecen también a este grupo. Lo mismo sucede con el delantero Rafa Tresaco, quien por problemas contractuales todavía no ha debutado en la actual temporada.
Presión = éxitos
Con este bloque, porque quizás sea esa su principal cualidad, ser un bloque, Iván Martínez ha conseguido inculcar a los suyos que solo desde la presión, muchas veces altísima buscando el robo desde el inicio, y la intensidad pueden llegar los éxitos. De momento, 5 victorias, curiosamente todas ellas en Zaragoza (3 en la Ciudad Deportiva, entre ellas sendas ante RCD Espanyol y FC Barcelona, y las 2 ante los rivales vecinos, Stadium Casablanca en la primera jornada y Olivar en la última disputada), y otros tantos empates le sirven para comandar el Grupo III, que siempre está entre los más disputados de la categoría, y para soñar con superar, o al menos igualar, el segundo puesto obtenido por el Real Zaragoza la temporada anterior.