Domingo 8 de abril de 2018. El Atlético Madrileño se enfrentaba al Hércules CF en la última jornada del grupo 7 de División de Honor. La victoria por 4 goles a 0 le otorgó el primer campeonato liguero de la historia al conjunto rojiblanco, un hecho sin precedentes en la categoría puesto que fue el primer equipo dependiente que lograba un título de tal magnitud, y confirmó a Carlos González como uno de los entrenadores con mayor proyección de la cantera. Tras tres temporadas en la máxima categoría formativa, aunque cinco como rojiblanco, se marcha con una mochila cargada de buenos recuerdos, experiencias y éxitos en busca de nuevos retos.
PREGUNTA. ¿Qué balance haces de tus cinco temporadas en el Atlético de Madrid?
RESPUESTA. Un balance muy positivo, me voy muy agradecido de un club donde han confiado en mi trabajo y me han permitido crecer como persona y profesional desde el primer día. No es fácil llegar desde fuera a una institución tan grande y sentirte como en casa desde el minuto uno.
P. Sé que es mucho tiempo, pero si te tuvieras que quedar con un momento, un partido… ¿Cuál elegirías?
R. Por suerte he podido vivir muchos momentos de gran valor en el club. Quizá me quedaría con uno de cada temporada; en la primera siempre se me quedará en la memoria el gran partido que hicimos en Valdebebas, en la segunda me quedo con el año en conjunto de ese gran Cadete A donde se ganó todo. De la campaña del Atlético Madrileño quizá el día que sumamos 3 puntos en Paterna, nos dimos cuenta en ese momento de que éramos serios aspirantes al título. Y de los dos últimos, sin duda las grandes tardes de Youth League donde disfrutábamos mucho compitiendo y acumulando grandes experiencias por Europa.

Celebración del título de liga del Atlético Madrileño.
P. De entre tus logros, personalmente destacaría el que te hizo entrar en la historia del Atlético de Madrid y de la División de Honor, el campeonato de Liga con el Atlético Madrileño. ¿Qué funcionó para quedar por delante de Academias como la del Villarreal, Valencia o Levante?
R. Desde luego que sí, uno de los mas trabajados… Funcionaron muchas cosas, lo primero el contexto, era una temporada donde nadie esperaba grandes cosas de nosotros y eso nos dio tranquilidad en el día a día. Lo segundo fue coincidir con un grupo de trabajo que sentía el fútbol como yo, sin la calidad humana y la capacidad de trabajo de ese cuerpo técnico hubiera sido muy difícil conseguir el objetivo. Y después me quedo con lo más importante, los jugadores, mostraron un compromiso tremendo pese a ser una temporada complicada por la sanción al club.
P. ¿Contar con más gente de tercer año de lo que es habitual o los refuerzos en la segunda vuelta de Sergio Camello o Víctor Mollejo, fueron algunas de las claves?
R. Sin duda como se suele decir “la experiencia es un grado”, pero bajo mi punto de vista no es definitiva para conseguir ningún objetivo. El impulso que nos dieron las cinco incorporaciones en enero nos aportó aire fresco y nos generó competencia interna, que considero un aspecto clave para aumentar el rendimiento del equipo. Los Cedric, Mollejo, Camello, Quintana y Luque nos aportaron más hambre, ante la baja de Borja Garcés, a un equipo que ya estaba consolidado en el liderato de la tabla.
P. Aquel éxito no fue flor de un día porque un año después repetís título, pero en el grupo 5 y alcanzáis la final de la Copa del Rey.
R. La verdad que no, lo mas difícil no es ganar, sino continuar haciéndolo. Por suerte hemos contado con jugadores de gran talento y con un factor diferencial para conseguir resultados año a año, que es la ambición. El curso pasado se juntaron jugadores que venían de hacer un triplete histórico en el Juvenil A con jugadores que promocionaban de un juvenil madrileño también ganador. Fue un año de gran crecimiento personal donde me encontré con una plantilla con matices muy profesionales y donde la exigencia que se respiraba en el día día era espectacular.

Carlos dando instrucciones a sus jugadores en la final de la Copa del Rey.
P. Incluso esta temporada, de no haber acabado las competiciones de una forma tan atípica, podríais haber conseguido un triplete poco habitual.
R. No sé que habría ocurrido, pero si que es cierto que estábamos en un gran momento, quizá el mejor de la temporada respecto a madurez y juego, como muestra el último partido que pudimos disfrutar contra el Real Valladolid. Ha sido una pena no poder terminar compitiendo, sobre todo por los jugadores, muchos de ellos dejan atrás la etapa juvenil y no han podido disfrutar de competiciones como la Copa de Campeones o Copa Del Rey Juvenil.
P. Cerrar una etapa de este modo, ¿qué sensaciones deja?
R. No te voy a negar que la situación de la pandemia ha hecho que se cerrara esta etapa no de la manera mas idílica, durante días ha sido duro asimilar que no íbamos a poder competir hasta el final y que no me iba a poder despedir de la forma que había imaginado de los jugadores y de la gente que me ha acompañado en estos años. Pero las cosas ocurren como ocurren, aun así, como te dije antes me quedo con todo lo positivo que he vivido y me ha dado el Atlético de Madrid, ¡que es mucho!.
P. De haber transcurrido todo con normalidad, ¿es posible que Carlos González continuará como rojiblanco o necesitabas un cambio?
R. Nunca se sabe, nadie tiene una bola de cristal. Lo que si es cierto es que, tras tres años consecutivos en División de Honor e importantes logros deportivos, mi cuerpo me pedía seguir avanzando… No hubiera pasado nada si hubiera seguido, pero sinceramente creo que no era lo mejor ni para mí, ni para la Academia, donde hay buenos entrenadores en la base también con ganas de crecer.

Carlos animando a su equipo en un partido de esta temporada.
P. ¿Tu futuro está en División de Honor o todavía es pronto para hablar de eso?
R. Mi futuro estará en el lugar donde considere que pueda seguir progresando y creciendo como entrenador y persona. Espero poder confirmar más pronto que tarde, donde será ese lugar.
P. Por último, después de todo este lustro, ¿qué te ha quedado por conseguir? ¿cuál es esa espinita que te queda?
R. Me voy muy satisfecho, he tenido la suerte de conseguir logros colectivos y sobre todo formativos. Ver como muchos de los jugadores que he tenido en “mis filas” están tocando las puertas del primer equipo y afianzándose en el fútbol profesional me llena de orgullo. Pero como ambicioso que me considero, no te puedo negar que haber llegado a una Final Four en Youth League puede ser esa espinita de la que me preguntas; creo que este era el año, por mínimos detalles se nos escapó el pase a cuartos de final, quien sabe si en el futuro me podré quitar esa espina.
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