Los primeros sondeos realizados por las Federaciones Autonómicas con los clubes con representación en División de Honor y Liga Nacional acerca de la propuesta de la RFEF para dar por finalizadas las competiciones, arrojan algo de luz al futuro inmediato del fútbol juvenil.
Reanudar la Liga parece poco probable. Prácticamente se da por hecho que los juveniles no regresarán a los terrenos de juego hasta la próxima temporada, pese a las escasas jornadas que restan por acabar la División de Honor (5) y Liga Nacional (8). No obstante, el deseo de algunos clubes es el de poder finalizar, cuando los organismos sanitarios lo permitan y siempre y cuando se cuenten con garantías de preservar la salud de todos los que forman parte de la competición.
En el caso de dar luz verde al plan planteado por el organismo del fútbol nacional, las competiciones acabarían con la clasificación actual. En esta situación excepcional, se garantizaría el mismo número de ascensos que estaba previsto en el inicio, pero no habría descensos en la presente temporada.
Respecto a esto hay disparidad de opiniones. Algunos de los clubes consultados consideran que si se premia a los equipos por el trabajo realizado durante 25 jornadas en División de Honor (con los respectivos títulos de Liga) y las 26 de Liga Nacional (con los ascensos a la élite juvenil), también se debería penalizar a aquellos que no han hecho los deberes durante este tiempo con los descensos.
Sin embargo, muchos están de acuerdo con que no se produzcan descensos. En ese caso, de cara al próximo curso, el incremento de equipos por grupo en División de Honor pasaría de 16 a 20, excepto en el grupo 4 que arrancaría con 22, algo que también podría suceder en el grupo canario en el que sí se disputa un play-off para dictaminar los ascensos a la categoría. En este sentido, la RFEF está valorando seriamente la creación de un octavo grupo en la máxima categoría del fútbol juvenil, que mantenga el nivel competitivo de esta, evite la saturación de partidos y respete los periodos de descanso y recuperación de jugadores todavía en categorías formativas. En una tesitura similar se encontraría la Liga Nacional, que contaría con grupos compuestos entre 18 y 22 equipos.
Esta semana continuarán las consultas de las Federaciones Autonómicas con los diferentes clubes que serán remitidas a la RFEF con el fin de alcanzar una decisión unánime que satisfaga a todos, o al mayor número de, los implicados.