En el diccionario del fútbol, la palabra ‘descenso’ es una de las ‘ovejas negras’, una de esas sobre las que nadie quiere oír, y es que, evitar esos puestos, y esquivar la bajada de escalón es el principal objetivo de todos y cada uno de los clubes al empezar la temporada, les vaya a resultar más fácil o más complicado. Imagen: Puerto Malagueño.
Si el ‘trauma’ del descenso es grande en la élite del fútbol, más aún lo es en el fútbol base, ya que la categoría en la que un jugador se desenvuelva es importante, aunque no determinante, para su formación. En la etapa juvenil, esa en la que el fútbol senior y el paso a lo profesional está solo a un paso, estar en División de Honor se antoja un privilegio. Tanto para los equipos, que podrán contar con los mejores jugadores de la edad, y para estos mismos, que podrán enfrentarse a los mejores y aparecer en escena en un escaparate de lujo.
En el Grupo IV de División de Honor tendrán que despedirse de la categoría en abril nada menos que seis equipos, que pondrán fin, al menos por ahora, a su sueño de estar en la cumbre del fútbol juvenil. Uno de cada tres conjuntos estarán el próximo año en Liga Nacional, un cambio que nadie quiere y que todos pelearán por evitar hasta el último minuto de la campaña. Tras la undécima jornada, y a un paso de la duodécima, seis equipos están en la ‘cuerda floja’, separándoles la salvación a algunos más y a otros menos, pero con la incertidumbre todos de si serán capaces de salir.
En la cola, el Dos Hermanas. El equipo sevillano se estrenaba este año en la categoría, y no le está siendo fácil adaptarse. En once jornadas, los nazarenos no han visto aún la victoria, sumando únicamente tres puntos de los 33 disputados hasta ahora. El conjunto de David Bohórquez trabaja a contrarreloj para intentar salvar la situación y dejar de ser el ‘farolillo rojo’ del grupo; su empate más valioso lo sumó a domicilio, ante el Sevilla FC, y los otro dos en casa, frente a La Cañada y al Cádiz.
En el siguiente escalón, el Real Jaén (17º) y el Recreativo de Huelva (16º), con siete puntos. Ambos equipos presentan los mismos números, salvo en el balance de goles. Los jienenses han sumado sus dos únicas victorias en casa y por la mínima ante Rusadir y Córdoba, y han cosechado su único empate a domicilio frente a La Cañada (2-2). Los de Luichi Peláez iniciaron el curso con muy buenas sensaciones en el césped, aunque los siete puntos que suman no les respaldan, de momento, en la tabla, una situación que luchan por revertir.
En la misma línea se presenta el Recre. Los onubenses vivieron hace poco más de un mes la dimisión del que era su entrenador, Jesús Ortíz, por los problemas económicos del club, siendo Juan Carlos Camacho quien ocupase hasta ahora el banquillo. El Decano suma únicamente dos victorias en lo que va de campaña y las dos en su feudo (ante el Rusadir, 4-0, y ante el Tomares, 1-2), y al igual que los jienenses, son siete sus derrotas y un único empate, en casa ante el San Juan (1-1). Los recreativistas no cesan en su empeño de remontar la situación y volver a los puestos que tradicionalmente les han pertenecido, quedando por ver la próxima jornada si la última victoria supone un punto de inflexión.
La UD Tomares, con nueve puntos, ocupa por su parte la 15º plaza. El equipo sevillano vive la primera temporada de su historia en la categoría, a la que se está aclimatando poco a poco. Los de Ignacio Molina acumulan dos triunfos, los dos en el San Sebastián, una auténtica caldera. Primero fue la goleada al Dos Hermanas (5-0), y luego la victoria frente al Sevilla Este (2-1); dos partidos ganados consecutivos, cuya racha positiva se rompió en la última jornada cuando vio su quinta derrota. Tres empates completan su lista de resultados, una lista que esperan ir ampliando de tres en tres con un equipo que ha demostrado tener potencial.
Los puestos de peligro los cierran Rusadir y Puerto Malagueño, con diez puntos, en 14º y 13º posición respectivamente y con unos números exactamente iguales, a excepción de que los malagueños acumulan un gol más a favor. Los melillenses debutan en la categoría, y pelean a contracorriente para intentar hacerse a ella lo antes posible y lograr la ansiada permanencia que daría sobre todo un plus de motivación a sus componentes y a los jugadores de la ciudad autónoma. En casa lograron sus dos victorias, ante el Goyu-Ryu (2-0) y precisamente, frente al Puerto Malagueño (4-1). Los de Ahmed Dris solo han empatado en una ocasión, ante el Tomares lejos de casa, y acumulan un total de seis derrotas, las más abultadas frente al Sevilla (6-0) y al Málaga (0-7). Con el paso de las jornadas, el equipo ha ido superando los baches iniciales en cuanto a plantilla, y actualmente parece que está consolidándose un bloque fuerte que tratará de mantenerse un año más en División de Honor.
El ‘mítico’ Puerto Malagueño es el último equipo que oposita al descenso, y por tanto, el que tiene más a mano lograr la salvación. En su regreso a la categoría donde tradicionalmente ha estado, los malagueños no están teniendo un inicio cómodo, pero sí que muestran indicios de que su línea va a ir en ascenso. Los de Sergio Matez han sumado tres victorias, y a diferencia del resto de equipo, la mayoría, dos de las tres, han sido lejos de casa. Ambas por la mínima, ante el Granada y el San Juan, y la tercera en casa frente al Goyu-Ryu (2-0). Solamente han empatado un partido, frente al Cádiz (1-1), y acumulan seis derrotas, las más abultadas frente a Sevilla (5-0) y Málaga (2-5). Los de la Costa del Sol confían en sus posibilidades, y serán ‘un hueso duro de roer’ por la permanencia.