Hablar de Copa del Rey a principios de septiembre en Granada era una utopía. Hoy, 7 de abril, es una realidad. El Granada CF Juvenil División de Honor hace historia y se clasifica por primera vez a una competición en la que se volverán a dar cita las mejores canteras del fútbol español. Nunca se ha considerado a la del cuadro nazarí dentro de esa torna, pero el subcampeonato conseguido en el grupo IV de Juvenil División de Honor, así como el fútbol desplegado confirman que este Granada CF es un serio aspirante a todo.
La temporada arrancó de forma irregular, ya que varias derrotas consecutivas fuera de casa parecían indicar que nos encontrábamos ante otro año en el que el objetivo volvía a ser la cuarta plaza. Sin embargo, el trabajo diario de todo el plantel llevó a superar ese bache inicial y encadenar una racha de buenos resultados que colocaron a la escuadra nazarí, al cierre de la primera vuelta, en tercera posición a cuatro puntos del Real Betis Balompié. Por primera vez en la temporada, el Granada CF se creía sus opciones de acceder a la competición del “ko”.
El curso continuó su transcurso natural. Nadie en la categoría confiaba en que la escuadra granadina lograra aguantar el ritmo de Sevilla FC y Real Betis, más habituados a este tipo de situaciones. No obstante, el Granada CF siguió a lo suyo y pronto se adueñó de la segunda plaza. Desde el club se hablaba de hito histórico, pero la cercanía del primer puesto invitaba a ser ambiciosos. En el horizonte se encontraba el Sevilla FC, que debía viajar hasta Granada para disputar uno de los partidos más bonitos del curso. En la previa no se hablaba de Copa del Rey. En la previa se hablaba de que este cuadro nazarí podía ofrecer batalla por el entorchado final en caso de victoria.
El Granada CF hizo méritos suficientes para ganar el partido, pero terminó igualando ante un conjunto hispalense que mantenía su condición de invicto. La Liga se olvidaba para centrarse en el verdadero reto: el subcampeonato, lo cual implicaba conseguir plaza en Copa del Rey. La batalla por la segunda posición se redujo a Málaga CF, Real Betis Balompié y Granada CF. A estas alturas de la campaña, el cuadro nazarí había dejado de ser el “tapado” para convertirse en “aspirante”. De esta forma, y a falta de tres jornadas, el conjunto granadino tomaba ventaja tras su victoria 5-0 sobre el Séneca CF y la derrota del Real Betis en el “Gran Derbi”.
El primer intento de jaque-mate era un hecho. La escuadra bética afrontaba una final ante el propio Granada CF, dentro de un partido que finalizó 4-1. Al mismo tiempo, pero en tierras costasoleñas, el Málaga CF se despedía de toda opción al caer 1-2 ante el Sevilla FC.
Así pues, la situación quedaba de la siguiente forma: el Granada CF debía igualar todo resultado que cosechara el Real Betis Balompié para convertirse en equipo de Copa del Rey. No obstante, el cuadro nazarí hizo los deberes en casa y tumbó a un Málaga CF que ofreció mucha resistencia a lo largo de los 90 minutos de juego. Los goles de Pepe y Aranda, así como las paradas de Arnau se traducían en historia viva del Granada CF, puesto que los pupilos de Rubén Torrecilla son equipo de Copa del Rey.