RCD Mallorca, AD Penya Arrabal, CD San Francisco y Atlético Villacarlos se preparan para sufrir su temporada más dura en División de Honor. Independientemente de compartir el Subgrupo A con los equipos catalanes, es decir, con seis de los ocho primeros clasificados del pasado curso, lo cierto es que los baleáricos no llegarán a la primera jornada en igualdad de condiciones que sus rivales.
Esta desigual pretemporada está relacionada con el estricto protocolo que el Govern Balear ha impuesto a los equipos de las Islas para poder disputar encuentros de preparación. Básicamente hay dos condiciones: jugar con una diferencia que ha pasado de los quince días a los diez actuales entre partido y partido (este cambio coincide con el periodo de cuarentena actual), o si por el contrario se desea disputar algún partido más antes de ese periodo de tiempo, el Govern exige un PCR a los equipos cuya validez será solo de unas horas. Esta segunda condición es muy difícil de asumir por los clubes ya que el coste de las pruebas lo deben abonar ellos mismos.
En este sentido, y a falta de tres semanas para el inicio de la liga 2020-2021, un equipo de entidad como el RCD Mallorca solo ha disputado un encuentro de preparación. Fue este fin de semana frente al Llosetense de Tercera división; mientras que el Penya Arrabal contabilizaba el tercero este domingo frente al CD San Francisco Juvenil A para el que era el segundo. En Menorca, el Atlético Villacarlos ha podido cerrar unas cifras similares.
Esta situación supone una clara desventaja para los equipos baleáricos en la preparación de una temporada que será más disputada que nunca. “Los entrenamientos te permiten coger forma y ritmo, pero hay factores que no se pueden entrenar como la tensión de un partido o la intensidad táctica. Los chicos necesitan jugar, y los entrenadores, como es mi caso, con una plantilla nueva, ver y conocer a mis jugadores” señala Miguel Soler, técnico de la Penya Arrabal que retorna esta temporada a la máxima categoría del fútbol juvenil.
De este modo, los cuatro equipos podrán llevar a lo sumo dos partidos más de preparación antes del inicio de liga. Con este estricto protocolo, pese a que la incidencia de la Covid-19 se mantiene a la baja desde hace semanas en las Islas Baleares, todo lo contrario que Catalunya que multiplica en más de 10 los nuevos casos, la adaptación a nueva competición, así como alcanzar el nivel deseado por todos será más lento de lo habitual.