Hay razones de peso que avalan el regreso de Diego Collado a la selección española un año y medio después de su última participación. La más obvia son sus goles, como el que marcó en el estreno de la Sub-19 en el COTIF. El primero de la Rojita en el torneo de L’Alcúdia, el primero del granadino con la camiseta nacional.
Diego volvió a sentir la sensación de marcar un gol cuatro meses después de hacerlo, por última vez, con su equipo: el Villarreal CF, y treinta días después de reaparecer en los terrenos de juego en la final de la Copa del Rey Juvenil.
Una inoportuna lesión en el estreno del Villarreal en la Copa de Campeones frenó en seco el gran momento del delantero ‘groguet’. Trabajó a destajo para poder tener sus minutos en el último encuentro del año y unas semanas después de alzar hasta el cielo de Roquetas de Mar el trofeo decano del fútbol juvenil, recibió la llamada de la Selección.
Hasta entonces Diego había sido citado para entrenamientos en la Ciudad del Fútbol de las Rozas en categoría sub-16 y con la sub-17 había disputado dos amistosos en la Friendly Match Week Costa del Sol . Ahora empieza la etapa sub-19 haciendo ruido y dispuesto a ser uno de los jugadores destacados de la Generación del 2001.