El Roda B es uno de los pocos filiales punteros que cuenta en sus filas con jugadores de tercer año. Son minoría, pero tanto Naím Beltrán como Sergi Piquer han formado parte del equipo las dos últimas temporadas. Este último sin tanto protagonismo dentro del terreno de juego en 2021 debido a una lesión de la que acaba de recaer y que le hará perderse el tramo final de temporada.
Sergi Piquer sufrió la primera rotura en los isquiotibiales de su pierna derecha el pasado 19 de enero. Regresó tres meses después, contra el Villarreal B, coincidiendo con el primer partido de la Segunda Fase, y fue el encargado de inaugurar el marcador. Fue la vuelta soñada. Pero una semana después, en el minuto 3 contra el Castellón B, sufría una recaída que le mantendrá alejado del verde como mínimo un mes. Sin lugar a dudas, la peor manera de poner fin a su ciclo juvenil. “La verdad es que este segundo año en el Juvenil B para mí ha sido un avance enorme con respecto a una primera etapa complicada, en la que pude disfrutar de la liga, aunque el Covid paró en seco esa alegría. A lo largo de esta temporada, he crecido tanto en lo personal como en lo futbolístico. He podido aprender lo que es liderar a un equipo y tener la confianza de todos, por desgracia, me deja un sabor agridulce la recaída en la lesión del isquio, sin poder acabar la promoción, pero el fútbol es así. De ahora en adelante, espero poder seguir teniendo esta confianza y seguir mucho más tiempo”.
Hace unas jornadas, curiosamente en el partido que Sergi Piquer dijo adiós a la temporada, el Juvenil B del CD Roda cumplía sus bodas de oro en el grupo 8 de Liga Nacional. 50 partidos para un filial que este año ha cumplido con creces el objetivo marcado a principio de temporada. “Firmamos la permanencia en la última jornada contra un Dragon Force que a pesar de ser colista nos puso las cosas tremendamente difíciles. Nuestra remontada, sumada a resultados de rivales directos como el Celtic Elche, nos permitió sellar la salvación”.
Una salvación que al final de la primera vuelta parecía que iba a ser cuestión de jornadas (acumulaba 21 puntos de 33), pero en el fútbol nada es fácil y en la segunda vuelta consiguieron poco más de la mitad, 13. «Antes de empezar la segunda vuelta tuvimos parón por Covid, afectó bastante ya que tuvimos que recuperar los partidos, jugando así, 2 encuentros en 7 días durante 3 semanas que nos afectó mucho mentalmente y en algunos casos con lesiones. Por otro lado, los equipos cuando estás en posiciones altas analizan el juego y conocen nuestros puntos fuertes y débiles. Nuestros rivales realizaron un trabajo buenísimo y detectaron nuestros puntos menos fuertes para ponernos en serios apuros en muchos lances del juego”.
El equipo superó todos esos obstáculos y seguirá por tercera temporada consecutiva en la segunda categoría del fútbol juvenil. Es por ello, que el balance del año que realiza Piquer, quien llegó hace dos temporadas al club procedente del Burriana, es muy positiva. «Como equipo, me quedo con el grupo que hemos hecho. Somos gente maravillosa, muy cercana y estamos muy compenetrados porque, en algunos casos, nos conocemos de varios años ya. En lo futbolístico, hay derroche de calidad, de constancia, sacrificio y alegría por todo el campo de todos los jugadores y entrenadores. De seguir así, a buen seguro que aprovechando los tres próximos partidos conseguiremos tener un buen hueco en las posiciones altas de la tabla y acabar el año con una sonrisa de oreja a oreja. Nos lo merecemos».