Moisés Bueno y su equipo de trabajo fueron cesados de su cargo en el CD 26 de Febrero pocos días después de ser ratificados al frente del División de Honor. Dos derrotas consecutivas han activado la destitución del entrenador, que ya vivió esta misma situación en su anterior etapa en el club malagueño.
“Mi marcha se justifica en los resultados, porque el trabajo estaba siendo bueno. Ha sido el año que mejor estaban trabajando los niños, el cuerpo técnico… Pero es cierto que ha habido muchas causas externas que no nos han ayudado” señala Moisés Bueno. “Los resultados mandan y es cierto que no son buenos, pero si yo veo que el equipo no responde, soy el primero que me voy, pero no era el caso. Es más, la directiva nos ratifica delante de la plantilla en Almería. Descansamos la siguiente semana y el sábado por la noche tras la derrota contra el Vázquez Cultural estábamos cesados y ya había entrenador, aunque a nosotros nos lo comunican el domingo. Han aprovechan dos resultados negativos para tomar esta decisión que, por supuesto, respetamos” explica Moisés Bueno.
El ya excuerpo técnico emitió una carta de despedida tras recibir la noticia.
Carta de despedida ⚽ pic.twitter.com/a61olDXw6d
— Moisés Bueno (@MoisesBueno91) December 13, 2020
A pesar del desenlace final, Moisés nos desvela que ha sido “el año que mejor entrenador me he sentido. He disfrutado de esta temporada como si fuera la última. Llevó tres años en División de Honor y es una categoría muy dura, que te da más disgustos que felicidad”. Cuando se refiere a esa felicidad, inevitablemente se refiere a lo vivido el curso pasado. “Llegué en noviembre al club y el equipo estaba muerto. En 11 jornadas había conseguido 6 puntos. Cuando el Covid-19 nos paró la liga, llevábamos 30-32 puntos, el equipo iba a salvarse sí o sí. Trabajamos muy a gusto, ya que el club daba al equipo por perdido, apenas nos prestaba atención, no se metía en nada”.
Todo lo contrario, a lo que ha sucedido en estos últimos meses. “La pretemporada fue sobresaliente. Empezamos a trabajar en el mes de julio. Dentro de las limitaciones que hemos tenido la mayoría de clubes, nosotros trabajamos bien, llegamos a tener 91 jugadores en pretemporada. Tenía que hacer turnos con grupos de 22 jugadores. Llegaba a las cuatro de la tarde al campo y no salía hasta las 10 de la noche. Estuvimos así un mes, dos días por semana” explica este joven entrenador, con más de quince años de experiencia en los banquillos.
“La pretemporada fue espectacular. Nos enfrentamos contra equipos de 3ª y solo perdimos un partido. Después llega la liga y los resultados no acaban de llegar y empiezan las presiones. Hay equipos superiores, hay detalles que marcan algunos partidos donde merecemos más… El club, basándose en la pretemporada, creía que íbamos a estar luchando por lo más grande; las expectativas que pusieron fueron demasiado altas para de dónde venían los jugadores, que pueden ser muy buenos, es más, la calidad del equipo es buena, pero si no tienen experiencia en la categoría o no se adaptan rápido, te arriesgas a que sucedan estas cosas”.
De los 91 jugadores que Moisés tuvo a prueba en pretemporada, la plantilla ha quedado compuesta por jugadores mayormente procedentes de equipos de Preferente y Primera Juvenil, con aportación del Conejito de Málaga (2) y UD Mortadelo de Liga Nacional (2), UD Dos Hermanas San Andrés de División de Honor (2) además de Jose Ruiz y Pablo Escobar, los únicos jugadores del 26 de Febrero que repiten en la élite juvenil. “Sin duda pueden lograr el objetivo. Necesitan creer en la categoría que están, pero también es necesario que se adapten lo más rápido posible porque esa inexperiencia es lo que hemos pagado estas primeras jornadas” sentencia Moisés.