Para Mateo Villar empieza hoy una nueva etapa. La renovación de su compromiso con el Ciudad de Benidorm prácticamente coincide con la de su 23 cumpleaños y el final a un año en el que ha sido el entrenador más joven del grupo 8 de Liga Nacional. Aprovechamos esta efeméride para conocer un poco más su afición, desde antes de la cuna, por el fútbol.
PREGUNTA. ¿Qué o quién despierta tu interés por los banquillos?
R. No te sabría decir el qué de forma concreta, siempre tuve curiosidad por entender lo que estaba pasando mientras jugaba y me han generado inquietudes ciertos entrenadores que tuve.
Me encantaba saber cómo jugaba nuestro rival, y necesitaba que hubiera mucho orden alrededor mío para jugar.
Con el paso del tiempo empecé ayudando en un infantil en el CD Jávea. Tras ese año de experiencia, me apunté al Nivel 1 y empecé este camino tan bonito, rodeándome y aprendiendo de todas las personas que creo que me aportan cosas positivas.
P. Cuéntanos, ¿cuál ha sido tu experiencia en estos hasta convertirte esta temporada en el entrenador más joven del grupo 8 de Liga Nacional?
R. Como te dije antes empecé ayudando a Toni Femenía en el Infantil A del Jávea.
Después Juan Boluda y Yogue confiaron en mi desde la coordinación para darme un Infantil para mí solo, y además me propusieron estar en el cuerpo técnico del Juvenil A con el propio Juan y Rubén Castelló.
El siguiente año continué con ese Infantil consiguiendo el ascenso a Liga Preferente con ‘mis chicos’, y estuve también dentro del cuerpo técnico del primer equipo con dos entrenadores que me enseñaron mucho como Antonio Villaescusa y Juan Carlos Signes.
La siguiente temporada, es decir la recién acabada, ya es la del Ciudad de Benidorm.
P. Con tan poco recorrido en los banquillos, ¿qué supuso para ti la oportunidad que te brindó el Ciudad de Benidorm?
R. Una oportunidad única, de esos trenes que pasan y no se pueden rechazar.
Fue una decisión complicada al principio por el tema de la distancia y todo lo que conlleva, pero un año más tarde sé que hice lo correcto. Estar al frente de un equipo en la categoría de plata del fútbol juvenil es una experiencia inolvidable, ya que te enfrentas a los mejores clubes de toda la Comunidad.
P. Unos días antes de tu 23 cumpleaños, el club nos adelantaba que habrá segunda parte de Mateo Villar al frente del Juvenil A. Mejor regalo, imposible.
R. Sí, al coincidir en fecha de presentaciones/renovaciones siempre el fútbol parece como que me haga un regalo (risas).
Pero yo siempre digo que el fútbol es lo más importante de lo menos importante, aunque para mí sea mi vida. Al final, con la situación que estamos viviendo todos, que pueda celebrarlo con mi familia y mis amigos, que todos mis jugadores estén bien y parece que se vuelve a estabilizar la situación del país creo que ese es mi mejor regalo, sin ninguna duda.
P. Repasemos tu primer año en Liga Nacional. Tu inexperiencia en la categoría, ¿en qué te ha fortalecido y en qué te ha perjudicado esta temporada?
R. Creo que todo lo que me ha perjudicado me ha fortalecido porque considero que cada error me ha enseñado y me ha dejado algo positivo.
Es cierto que he cometido errores por no conocer la categoría, no lo voy a ocultar. Pero también los cometeré el año que viene conociéndola. Y pensar lo contrario sería un error.
El fútbol es cambiante y en lo que crea que haya acertado el año anterior posiblemente no me sirva el que viene, porque será un contexto diferente. En este deporte no se repite dos veces el mismo patrón y por eso es tan mágico y nadie tiene la fórmula mágica del éxito.
P. Aunque como jugador no llegaste a poner pie en esta categoría, el mero hecho de haber sido futbolista en categorías en las que has entrenado, ¿supone una ventaja a la hora de trabajar un partido?
R. Creo que más importante que saber trabajar un partido es el poder conocer lo que es un vestuario y conocer el pensamiento de un futbolista.
Al final alguien que no haya jugado a fútbol puede ser un experto porque lo estudia y conoce muchas situaciones del juego que se dan, pero nunca llegará a saber cómo piensa el futbolista y qué es un vestuario. Y estos dos factores son determinantes en categorías dónde se busca rendimiento, desde mi punto de vista.
P. Has debutado en Liga Nacional con 22 años, ¿la similitud de edad con tus jugadores, es importante a la hora de tratar con ellos y entenderlos?
R. Siento que la edad es un número y actúo como siento que debo hacerlo con ellos y cómo creo que ellos lo necesitan.
Al final creo que hay que tratar a los jugadores como lo que son, personas. Y hay que cuidarlos y estar muy pendiente de ellos, porque en función de su situación me darán un rendimiento u otro y mi responsabilidad es conseguir el 100% de cada uno de ellos.
P. Después de tu primera experiencia, ¿qué opinión te merece la Liga Nacional Juvenil?
R. Es una categoría maravillosa dónde puede pasar de todo. Y diría que los grandes culpables de ello son mis compañeros, los entrenadores.
Conozco de primera mano el trabajo de muchos, son muchas las horas que invertimos para espiarnos e intentar ganarnos entre nosotros. Me han exigido durante todo el año que diera el 200% cada semana, son muy buenos. Y gracias a esto he podido hacer grandes relaciones con muchos de ellos y me han enseñado muchas cosas y ayudado a crecer.
P. Casi tres meses sin sentarte en un banquillo. ¿Qué ha estado haciendo Mateo Villar todo este tiempo?
R. Ver mucho fútbol para variar (risas). Es verdad que este momento me ha venido muy bien porque siempre vamos a contrarreloj, corremos de sábado a sábado y cuando acaban las ligas apenas tenemos un mes o mes y medio para descansar y además preparar la siguiente. Entonces esa carrera continua te ciega y no te deja ver ciertas cosas que están pasando y no te das cuenta.
He aprovechado para revisar todo el año con tranquilidad y ver esos aciertos/fallos de los que hablábamos anteriormente, también me he formado mucho con todas las ponencias/charlas on-line que se han dado, he hecho video llamadas con compañeros para hablar y retroalimentarnos, he leído mis libros de psicología que tanto me gustan y acabé el nivel 3. Así que creo que le he sacado bastante provecho a la cuarentena.
P. Antes de colgar las botas, llegaste a jugar en la escuela de un club como el Levante, ¿qué recuerdo guardas de tu etapa como jugador?
R. Guardo todos los sueños y grandes momentos que he vivido y toda la gente que he conocido que hoy me han convertido en lo que soy.
Es cierto que he tenido la gran suerte de vivir momentos inolvidables siendo campeón en el segundo año de Infantil o en el primero de cadete con el Levante, dos promociones a Liga Nacional en juveniles, primero con el Real de Gandía (2014/2015) y con el CD Dénia (2015/2016) que sí logró el ascenso. Pero si tuviera que quedarme con un momento de Mateo jugador sería los dos años que viví en el Levante UD dónde sentía una ilusión enorme por jugar a fútbol.
P. ¿Fue difícil tomar la decisión de cambiar de faceta en el fútbol?
R. Me encontré muy temprano con el problema de que no se puede tener ficha en dos clubes diferentes, y al final en el momento en que tuve que decidir mi corazón y mi cabeza me pedían que siguiera con mi formación como entrenador. Siempre digo que como entrenador siento cosas que nunca he sentido como jugador, siento que he encontrado mi lugar en el mundo y ojalá sea así por muchos años.
P. Como argentino que eres, ¿el fútbol te viene en el ADN o el interés te nace ya en España?
R. A mi madre tuvieron que hacerle una cesárea de urgencia porque tenía el cordón umbilical enrollado en mi tobillo derecho (mi pierna buena como jugador), así que creo que con esto te respondo la pregunta (risas). No concibo mi vida sin el fútbol, ni mi día a día sin verde y sin un balón.
P. ¿Recuerdas algo de la vida que tenías allí?
R. Recuerdo muy poco porque apenas me vine con 5 años a España, pero siempre he intentado saber todo y conocer de dónde vengo. Sí que es cierto que hoy recuerdo y conozco mejor mis orígenes porque en 2014 estuve un año viviendo por temas futbolísticos, entonces pude volver a mi lugar. Considero muy importante no olvidar la historia de cada uno.
P. ¿Cómo fueron tus primeros años en España?
R. Difíciles. Mis padres tomaron la decisión y junto a mi hermana vinimos los cuatro solos a un país al que estaré siempre agradecido por todo lo que nos ha dado. Fueron muy valientes y tomaron la decisión buscando un mejor futuro para mí y para mi hermana por la situación que vivía Argentina por ese entonces.