La apuesta del Granada CF por el talento joven es una realidad, y en ella se basa la decisión de Mario González de renovar por la entidad rojiblanca hasta 2023. Juvenil de primer año, tenía ofertas encima de la mesa para cambiar de aires después de cuatro años como nazarí. Sin embargo, el jugador ha hecho oídos sordos a todos los cantos de sirena y ha optado por quedarse en el club donde se ha hecho futbolista y en el que confía triunfar más pronto que tarde.
Mario González sigue los pasos de otras promesas que se lo jugaron todo al rojiblanco como Isma Ruiz, Antonio Aranda, Pepe Sánchez o Ángel Jiménez. Su trayectoria podría decirse que es pareja, aun sin serlo.
Indiscutible en el Juvenil A
El malagueño es, a sus 17 años, un talento precoz. Sus números son inmejorables esta temporada. Lo ha jugado todo con el División de Honor, lleva cinco goles anotados y ha tenido tiempo hasta de debutar con el Recretivo Granada (en la primera jornada liguera ante el Córdoba) con el que acumula varias convocatorias más. Una continuidad a su buen hacer el curso pasado en el Cadete A, donde adelantó su posición (de interior a mediapunta) acabó con 15 goles en su casillero particular, siendo el segundo máximo artillero de una categoría que ya conocía ya que con 15 años sus cualidades físicas y técnicas auguraban un brillante futuro. Para entonces, Mario llevaba poco tiempo en la cantera nazarí, a la que había llegado un año atrás procedente del AD Malaka CF.
La visión de juego, su habilidad con el balón, el guante de su bota derecha y su olfato goleador son algunas de las cualidades más destacadas del último diamante en bruto de la cantera del Granada CF.