La primera convocatoria de la temporada del técnico Míchel Sánchez ha vuelto a poner en órbita a la cantera del Rayo Vallecano. Los juveniles Mario Hernández, Sergio Benito y Kike Hermoso estuvieron en el Carlos Tartiere, sin embargo su debut deberá esperar.
La trayectoria deportiva de Miguel Ángel Sánchez, Míchel, siempre ha estado ligada al Rayo Vallecano. Tras 16 años en el medio del campo de Vallecas, se retiró en 2012 pero ha seguido en el club de su vida en puestos como director de metodología, director técnico deportivo del fútbol base y el curso pasado como entrenador del Juvenil de División de Honor, hasta que en febrero cogió las riendas del primer equipo. Pese a la delicada situación, el club rayista logró la salvación a dos jornadas para el final y renovó de manera automática.
El baile de jugadores de la primera plantilla, además de las lesiones, obligó a Míchel a tirar mano del bien más preciado de cualquier club, la cantera. No obstante, la apuesta del técnico se debe más bien a que cree en ella y por eso confió en algunos de los más jóvenes. Tras una exigente pretemporada llegó el estreno liguero y en la citación para el partido ante el Oviedo destacaron tres juveniles: Mario Hernández, Sergio Benito y el recién llegado Kike Hermoso.
No se hablaba tanto de la cantera del Rayo Vallecano desde la temporada 2014-2015, cuando el Juvenil A ganó la Liga, la Copa del Rey y fue semifinalista de la Copa de Campeones. Tras años de sequía, irrumpen nuevos canteranos que reflejan la buena salud de la que goza el fútbol base franjirrojo.
Sergio y Mario llegaron al primer equipo con la pretemporada empezada. Pese a ser juveniles de último año, el técnico Míchel los conoce muy bien ya que los tuvo a sus órdenes el año pasado en el Juvenil A. Ambos estaban en el filial cuando recibieron la llamada y desde entonces, pelean por hacerse un hueco entre los mayores.
Sergio Benito lleva una vida dedicada al Rayo. Se crió en la Fundación y su primer equipo fue el Benjamín B, hizo un paréntesis en su formación como franjirrojo cuando el Real Madrid lo firmó siendo Infantil de primer año; regresó a Vallecas con 16 y ahora solo piensa en triunfar en su ‘casa’. En su primer año de juvenil ganó la Liga con el Juvenil C, mientras que en la pasada temporada fue el ‘9’ del Juvenil A, acabó el campeonato liguero con 20 goles pero la temporada con 32. Este verano comenzó la pretemporada con el Rayo B aunque la lesión de Ontiveros obligó a Míchel a convocarle para el primer equipo. Jugó sus primeros minutos contra el CD Toledo, su debut oficial deberá esperar pero el dorsal 33 parece tener dueño.
Mario Hernández se formó en el Atlético de Madrid, desde los 6 años hasta los 16. La falta de minutos en su primer año de juvenil le llevó a hacer las maletas y recaló en el Rayo en enero del 2016. Tardó solo cuatro partidos en hacerse el dueño de la banda derecha del Juvenil C de autonómica, que acabó ganando la liga. La Liga Nacional ni la rozó, el pasada temporada ascendió directamente al Juvenil A de División de Honor, en el que no se perdió ni un solo compromiso, siendo, pese a ser defensa, la mano derecha de Sergio Benito con 14 asistencias. Su verano ha sido tan ajetreado como el de su compañero. Empezó en el filial, pero a principios de agosto se incorporó al primer equipo. Debutó contra el Real Valladolid y también dispuso de minutos ante el Hércules. Suyo será el dorsal 35 si Míchel necesita esta temporada un lateral derecho de garantías.
El otro juvenil que estuvo en la convocatoria ante el Oviedo fue Kike Hermoso. El central, de tercer año juvenil, llegó este verano al Rayo procedente del AD Alcobendas Levitt. Fue el cuarto fichaje para el filial pero se ejercitó desde el inicio con el primer equipo, y ahí sigue con el 32 aguardando su estreno en la Liga 123.