Ismael Guerrero ha dimitido como entrenador del Hércules CF a menos de un mes para que arranque la liga 2020-2021 en División de Honor. El pasado miércoles tras dirigir la sesión preparatoria les comunicaba la noticia a los jugadores. El club trabaja a contracorriente para encontrar al sucesor que prolongue la buena línea de trabajo vista hasta el momento en esta pretemporada.
La renuncia al banquillo blanquiazul aduce a motivos estrictamente personales, aunque no por ello es menos dolorosa. Esta difícil decisión se produce 11 meses después de su llegada al Hércules. Ismael cogió al Juvenil A el pasado 1 de noviembre de 2019 como colista del grupo 7 de División de Honor y durante los cuatro meses que pudo ejercer en el cargo apenas se alejó de los puestos de descenso. Sin embargo, la imagen que ofrecía el equipo cada fin de semana era bien distinta a lo que indicaban los resultados. “Cuando acepté la oferta del Hércules asumí un reto que entrañaba una enorme dificultad. El equipo estaba anímicamente tocado, pero con pocas sesiones de trabajo hicimos creer a los jugadores que cada día tenía un valor y que se podía revertir la situación” revela Ismael Guerrero. “Las caras de los jugadores cambiaron, la predisposición en el trabajo se reflejó en la intensidad con la que entrenaban, pero no logramos cambiar la dinámica de resultados. De haber puntuado contra el Levante (perdieron en los minutos finales) o contra el Atlético Madrileño (al que tuvieron controlado durante prácticamente todo el encuentro) nos hubiéramos reenganchado a la lucha por la permanencia, pero al final de la primera vuelta la distancia con ese objetivo era una utopía. Pese a todo, estoy muy orgulloso de cómo trabajaron hasta el último día”.
El Hércules CF salvó la categoría, pese a tener ya comprado el billete para la Liga Nacional antes de que la pandemia obligara a paralizar y posteriormente finalizar las competiciones. Con la decisión de la Real Federación Española de Fútbol, el Juvenil A seguirá compitiendo en División de Honor esta temporada.
Un premio que, de algún modo, hizo justicia al buen hacer de Ismael y por el que recibió varias ofertas este verano. “Me decanté por lo sentimental y acepté la propuesta del Hércules donde se valoraba mucho mi trabajo. Mi reto era volver a encontrarme como entrenador. Cada proyecto necesita de un tiempo y unos mínimos para ir progresando y tener éxito, y eso este año lo tenía” confiesa el ya ex entrenador blanquiazul. “El equipo es maravilloso, el trabajo tanto individualmente como grupal está siendo muy bueno. Crecen por días. Estoy convencido que darán de qué hablar, pese a estar encuadrados en un subgrupo muy duro”.
Ismael Guerrero se marcha agradecido por la confianza que ha tenido de los dos coordinadores José Antonio Palomino y Roberto Robles, también se marcha orgulloso “de la plantilla de la pasada temporada, por haber trabajado al cien por cien; y a la actual por su enorme evolución en poco más de un mes”. En su gratitud añade a sus cuerpos técnicos y al club en general. Todos han contribuido a completarlo como entrenador.
Por el momento, hasta la llegada del nuevo técnico, están dirigiendo los entrenamientos Dani Quintana y Julián Arias que formaban parte del cuerpo técnico de Ismael Guerrero.