El gol del CD Denia en este 2017 tiene el sello de los Sirerol Mayor. Jordi y Enrique son hermanos, son gemelos y además, son los pichichis del equipo.
Es difícil encontrar dos hermanos gemelos que acaben jugando juntos a gran nivel, pero más aun que sean goleadores y que tras las primeras 19 jornadas en el Grupo 8 de Liga Nacional sumen el mismo número de goles. Eso es lo que han conseguido, Jordi y Enrique Sirerol, aunque buena parte de esa culpa se debe al espectacular inicio de año.
En víspera del día de Reyes, Jordi logró su sexta diana del año en el partido aplazado de la jornada 18 ante el CF Torre Levante (1-0). Mejor no podían empezar las cosas, o sí porque solo tres días después, los gemelos Sirerol Mayor iban a repartirse los goles en el encuentro ante el CF Huracán B. Enrique logró un hattrick, mientras que Jordi sumaba uno más en su cuenta particular. Al término de la jornada 19, cada uno atesora siete goles en su casillero. La química entre ambos es máxima y lo más llamativo es que no es la primera vez que esto sucede.
Juegan juntos desde que tienen uso de razón, aunque no fue hasta los 7 años cuando empezaron a jugar en la Escuela Municipal de Fútbol Base de Dénia. Desde entonces, Jordi y Quique han ido cogidos de la mano y cosechando éxitos tan recientes como el regreso a Liga Nacional del CD Dénia 17 años después. Acerca de su buen momento actual, ambos coinciden en señalar que “se debe al esfuerzo y las ganas de hacer algo bonito por parte de todo nuestro equipo, pero sí que es verdad que tener un hermano gemelo en tu equipo es un plus, tenemos un vínculo muy especial”.
Dicen que los gemelos tienen sensaciones de mayor empatía, un lazo más fuerte debido al mismo material genético y eso parece guiar a ambos a la vez por el camino del gol. “Hasta el momento hemos anotado siete goles cada uno, pero esto se repite todas las temporadas, gol arriba, gol abajo estamos en números muy similares”. Es lógico pensar que si juegan y se complementan sobre el terreno de juego no ocupen la misma posición. Enrique es delantero centro y Jordi es un extremo que puede jugar por ambas bandas, curiosamente en el pasado era Jordi quién ocupaba la posición de delantero centro y Enrique era el extremo.
Tal es su parecido físico que hasta el propio entrenador Guillermo Santos Juanes los confunde. “Hay muchas anécdotas, pero por ejemplo son constantes las equivocaciones por parte del árbitro a la hora de apuntar los goles o las tarjetas, hasta en las charlas de grupo cuando el entrenador se quiere dirigir a uno de los dos y se equivoca de hermano”.
La permanencia, una realidad
El Denia regresaba este año a Liga Nacional y eran pocos los que apostaban por este proyecto, sin embargo el equipo ya atesora 33 puntos y la permanencia es casi una realidad. En la temporada 13-14 la permanencia se logró con 39 puntos, en la siguiente con 38 y en la última, con 31. La clave del éxito, aseguran ambos, es “la unidad del grupo, el esfuerzo, la implicación y el trabajo por parte de todos, tanto del cuerpo técnico como de los jugadores”. También lo es el fortín en el que se ha convertido el Diego Mena y el municipal El Rodat, escenarios donde el Denia todavía no conoce la derrota. “Hemos estado siempre respaldados por nuestra afición y este aliciente lo notamos nosotros dentro del campo sea cual sea”.
Cuando uno mira la clasificación es imposible no ilusionarse con cotas mayores, pero los hermanos no quieren ni oír hablar de un posible ascenso a División de Honor. “Somos conscientes de nuestra situación en la tabla, pero nuestro objetivo sigue siendo el mismo desde el principio de temporada, la permanencia y mejorar nuestro juego día a día”.